¿Cómo adaptar?
- raulgr98
- 31 ene 2024
- 6 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! Nunca ha sido mi intención regodearme al desglosar una mala película, pues creo que hasta la peor tiene el potencial de causar un impacto en alguien en el mundo. Sin embargo, en mi experiencia viendo la serie de Percy Jackson me enfrenté a algunas opiniones que consideraban cualquier omisión o pequeño cambio como una afrenta al material original. Retrasé esta publicación un par de semanas (es por eso que había una pendiente en la sección de los viernes) por que quería esperar a ver como cerraba la serie, pero ha llegado el momento de discutir brevemente lo que constituye una buena y una mala adaptación, para lo que será necesario también abordar una de mis experiencias de cine más decepcionantes: la película de 2011.
Paso 1: Escoger el medio correcto
La primera edición del ladrón del rayo tiene veintidós capítulos, repartidos en 377 páginas en su edición en inglés. la película tuvo una duración de 119 minutos, lo cual significa un máximo de tres páginas por minuto, o cinco minutos por capítulo (de hecho menos si se sustraen los créditos). Por otra parte, la serie consta de ocho capítulos que para propósitos de este estudio promedian unos treinta y cinco minutos, lo que da un total de doce minutos por capítulo o 1,3 páginas por minuto. Sin embargo, no es algo tan simple como definir qué medio te va a dar más tiempo, pues la traslación de palabra a metraje no es calculable; sino entender cuál es el que mejor se ajusta a la historia. Percy Jackson, en general, pero sobre todo los primeros tres libros, tiene una naturaleza muy episódica, en la que la misión principal se detiene cada vez que los personajes encuentran a un nuevo monstruo o dios, que involucra una aventura secundaria en la que sus interacciones se fortalecen. Sabiendo esto, la película inventó una manera de que todas las misiones secundarias fueran parte de la principal, para darle más cohesión, pero eso paradójicamente volvió la trama más aletargada y conveniente. Una serie en la que cada parada fuera el foco de un capítulo, fue la decisión acertada.
Paso 2: La trama
Las adaptaciones no tienen que ser una adaptación literal del material en el que se basan, pero hay dos acciones que se deben realizar antes de incorporar cualquier cambio: desmenuzar la trama punto por punto y hacer un esfuerzo por descifrar cuáles de esos puntos tienen la mayor fuerza narrativa. En el caso del ladrón del rayo se trata de tres: recuperar el artefacto, descubrir la identidad del ladrón, y explorar la complicada relación del protagonista con sus padres. La película tomó lo más básico de la premisa (Percy y dos amigos deben ir al Inframundo para recuperar un rayo robado y regresarlo al Olimpo), y adapta algunos encuentros en el camino (como el de la Medusa o el Casino), pero comete dos errores fundamentales: cambia al villano principal y reduce la influencia de las dinámicas familiares. Sobre todo el primero, en cuestión de estructura, es gravísimo, pues elimina uno de los giros más importantes de la historia para apegarse al cliché que los personajes esperan que ocurra. La serie, tanto en un mero listado de acontecimientos como en el propósito que tienen, es más fiel.
Paso 3: El tono
Los libros de Percy Jackson se distinguen por tres elementos: su sentido del humor, sus secuencias de acción y su construcción de mundo. La película no se puede considerar un drama serio, pero su sentido del humor es mucho más cínico; y se aleja del espíritu de la novela, que si bien es irónica también es en muchos sentidos inocente. Es extremadamente difícil pasar de una narración en primera persona, que contiene casi todo el humor, a una mirada "objetiva" que depende casi del diálogo y los recursos visuales, pero creo que la serie conservó el espíritu de los libros, y las modificaciones en la caracterización de los dioses (que sé que molestó a algunos) ayuda a transmitir la irreverencia del mundo y compensar la pérdida de la narración. Lo que sea de cada quien, las secuencias de acción de la película están en su mayor parte bien dirigidas, pero hay algunas como el escape del casino o la confrontación con el ladrón que duran demasiado o están mal ubicadas, lo que le resta emoción al clímax (por otra parte, en la serie creo que la acción pudo haber sido mejor dirigida en los primeros capítulos, pero tiene sentido en la historia). Finalmente, la construcción del mundo de la película es muy pobre, pese a niveles adecuados de producción, pues el estar en Estados Unidos no afecta a ninguno de los dioses salvo a Hades (que tiene otros problemas, como una comparación con Lucifer ausente de los libros) y no se aprovecha del todo la incorporación del mundo mítico al moderno, mientras que la serie, aunque va demasiado rápido en algunos sectores, aporta información que hace más vívida la narrativa, y mezcla bien los dos elementos.
Paso 4: Los personajes
Quizá el apartado más polémico de todos, y el que originó esta discusión. Ambas adaptaciones recibieron críticas por la selección de los actores, en particular por el aspecto físico, y creo que aquí la película es un gran ejemplo de la poca importancia que tiene esto: para congraciarse con los fanáticos, la actriz Alexandra Daddario se tiñó el pelo y usó lentes de contacto en la secuela, pero ni aun así logró ser una adaptación fiel al personaje. En la serie, ninguno de los actores se parece físicamente a las descripciones del libro, pero encarnan los aspectos claves de su personalidad: Percy es contestatario y rebelde, pero con un alto sentido de la responsabilidad, Annabeth es orgullosa y demasiado directa, pero también inteligente y audaz, mientras que Grover es torpe pero leal. Aunque hay aspectos que tristemente fueron poco explorados (como la pasión de Annabeth por la arquitectura), el trío tiene muchas oportunidades para mostrar varias facetas de los personajes, con arcos más explícitos (menos Grover, un poco subutilizado) y una interacción más profunda. Por otra parte, en la película ni Percy ni Annabeth muestran personalidades distintivas (el primero es más bien plano y la segunda es agresiva y dominante, pero sin mente estratégica). Irónicamente, Brandon T. Jackson (que por cierto, es el que menos se parece físicamente a su contraparte literaria) es el más memorable, no por ser una adaptación fiel sino porque reemplaza la personalidad inicial con otra con mucha energía, que es un cambio aceptable en el proceso, pues aporta algo interesante a la historia. En este punto también quiero recalcar las edades, pues el director Chris Colombus, no deseando repetir su experiencia en Harry Potter, convirtió al trío en adolescentes y no niños. Esto tuvo el efecto de que los personajes actuaran de forma inmadura y poco creíble, y los hace ver menos capaces que en libro. Mientras que la serie abusa un poco del conocimiento que los personajes tienen, en perjuicio de la sensación de asombro de la novela, ubicarlos en la edad correcta permite que la historia preserve su aura de fantasía.
Paso 5: El tema
El último aspecto a considerar, y el más importante, puesto que cualquier cambio en trama y personajes debe ser en favor de estos. Percy Jackson tiene dos temas muy claros: un chico con problemas encuentra una identidad propia y seguridad, los dioses griegos han propiciado un mal sistema. En la película, fuera del villano, todos los dioses son caracterizados con una solemnidad y majestuosidad clásica, y no hay mayor esfuerzo por darles tridimensionalidad, cortando el guion muchas de las críticas a su comportamiento, y volviendo por lo tanto más plana la motivación del antagonista. Asimismo, la relación de Percy con sus padres pasa a segundo plano, y el reencuentro con su progenitor divino carece por completo de impacto emocional. Por el contrario, la serie aprovecha muchos de sus agregados para hacer explícitas las fallas de carácter de los seres divinos, y expande mucho el personaje de Sally, volviéndola un mayor foco de la historia, para que el crecimiento de Percy sea más poderoso.
Es muy difícil como fanático (y debe de serlo también como autor) decidir que quitar de una obra querida, y la tentación de reescribir algunas cosas o hacer agregados muy grande, en parte porque la perspectiva ha cambiado, y en parte para hacer más interesante el tener que regresar a un trabajo pasado. Podemos estar o no de acuerdo con ellos, pero si detrás de todo lo superficial, e incluso cosas más serias como el ritmo y la estructura, hay un respeto por las ideas originales y/o se logra algo más interesante, la adaptación ha triunfado.
Hasta el próximo encuentro...
Navegante del Clío
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