Documentales
- raulgr98
- 29 may 2023
- 2 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! Les tengo una publicación pendiente, y aunque es muy breve, creo que es importante comentarla.
Dos cosas pasaron la semana pasada relevantes para esta conversación: el primero es que vi una serie documental llamada Planeta Prehistórico, que actualmente tiene dos temporadas en Apple TV. La segunda es que leí una noticia, que comprobé posteriormente, sobre como los servicios de streaming han borrado gran parte de su contenido, lo que afectó principalmente al género de documentales.
No sé como comparar un documental con una narrativa tradicional, y esa es la razón por la que Planeta Prehistórico no aparecerá en las reseñas de la semana (a publicarse en unos minutos), pero puedo decir que es un documental poco menos que brillante: aunque un poco disperso en las "historias" que elige seguir, la animación es excelente, con diseños actualizados a los últimos descubrimientos científicos, y el enfoque en el hábitat más que en la especie modernizó el estilo. La narración de David Attenborough le aporta una seriedad muy efectiva al producto, y especialmente en la segunda temporada es notable el trabajo científico detrás de la producción.
La segunda noticia, inmersa en medio de una huelga de guionistas, no se puede considerar de otra forma más que trágica. Aunque racionalmente entiendo los motivos financieros de los estudios (es material poco visto que llena espacio en los archivos y obliga a pagar bonos a los involucrados), me parece una gran injusticia que el trabajo en el que cientos de personas invirtieron años de su vida desaparece de la noche a la mañana. Esto es especialmente grotesco cuando el contenido es exclusivo del streaming, y no existe en otras opciones como iTunes o Bluray; pues significa que el contenido borrado desaparece para siempre sin ninguna opción legal para visibilizarlo.
Hay documentales buenos y malos, pero existen de todos los temas imaginables (historia, naturaleza, sociedad, arte, etc.), por lo que siempre hay algo para todo público. Creo que el audiovisual, cuando está bien ejecutado, tiene posibilidades ilimitadas de enganchar al espectador, por lo que es una de las maneras más efectivas de obtener conocimiento; y sin embargo, cada vez se ve menos, y en un mundo capitalista una audiencia reducida lo acerca peligrosamente cerca a la extinción.
Así que supongo que la conclusión de esta publicación es un llamado a la acción, pues salvar el documental es un objetivo noble y digno. En la medida en que sus obligaciones lo permitan, busquen en las librerías digitales alguna temática que les interese y denle una oportunidad. ¿Servirá para salvarlos? No lo sé, se requiere un esfuerzo colectivo, pero lo que si puedo asegurar es que todos encontrarán al menos una experiencia inolvidable, y deben hacerlo pronto, pues el riesgo es que en unos meses sea demasiado tarde, y valioso contenido quede relegado por siempre al olvido.
Hasta el próximo encuentro...
Navegante del Clío
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