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Historia del Cónclave

¡Bienvenidos pasajeros! Tengo el presentimiento que un nuevo sumo pontífice será electo antes de la próxima semana, y confío en que pase mucho tiempo antes de la próxima vez que se reúna el colegio cardenalicio, por lo que esta es mi única oportunidad de escribir sobre el tema en un tiempo pertinente. La publicación del día de hoy no será desde la perspectiva religiosa, creo que dejé muy en claro mi postura hace unas semanas, sino desde la histórica, pues creo que el proceso tiene algunas peculiaridades interesantes.


Debemos comenzar con la pregunta ¿qué es el cónclave? Del latín cum clave (con llave), es la reunión de los cardenales, los más altos cargos de la Iglesia Católica, para elegir a la nueva cabeza de la Iglesia, el papa. El origen del término se debe a que tradicionalmente, el colegio cardenalicio debe permanecer encerrado hasta que finaliza la elección, con uno de sus miembros obteniendo al menos dos tercios de los votos de los presentes.


Mañana revisaremos la lista de papas, que tradicionalmente inician con el apóstol San Pedro, quien murió en el año 67. Durante la era apostólica y casi toda la edad media, las reglas para escoger al sumo pontífice eran laxas y confusas: a veces eran designados por su predecesor, otras veces por monarcas influyentes, otras por aclamación popular y en ocasiones por elecciones generalizadas de sacerdotes y obispos. El caos llegó a ser tal que se tiene registrado un papa (Benedicto IX) que llegó a servir más de un periodo no consecutivo, así como veinte “antipapas”, autoproclamados líderes en oposición al electo.


El primer gran cambio que se dio fue en 1059 cuando el papa Nicolás II, desprendiéndose de la influencia del Sacro Imperio Romano (aunque ésta no se eliminaría por completo hasta una reforma posterior en 1122), promulgó la bula In nomine Domini en la que se concede a la iglesia católica una mayor autonomía, se establece el colegio cardenalicio como único cuerpo elector del sumo pontífice, y se establecen las reglas básicas para la designación, que han permanecido hasta la fecha, en el proceso de elección de líderes políticos más antiguo que se conserva.


El cónclave comenzó a tomar su forma actual tras la muerte del papa Clemente IV, pues conflictos entre cardenales llevaron a un periodo de casi tres años (1268-1271) en el que la iglesia permaneció sin cabeza, el más largo del que se tiene registro. El cardenal electo, por compromiso y hartazgo, quien tomó el nombre de Gregorio X, proclamó en 1274 la bula Ubi periculum, que estableció las reglas del cónclave, que recibe por primera vez ese nombre, estableciendo que los cardenales sean confinados hasta que la elección termine, a fin de darle celeridad al proceso, además de garantizar la seguridad del colegio, estableciendo muchas de las reglas contemporáneas como los plazos, que no se admitirá la entrada o el voto a quienes lleguen tarde, y como se garantizará la elección del nuevo pontífice. Esto no termino los problemas, de hecho las reglas fueron suspendidas en 1276, reinstaladas en 1294 y suspendidas nuevamente por los conflictos de Aviñón de 1314-1316 y 1415-1417.


En esos cónclaves tempranos, la elección se realizaba en el palacio donde el papa anterior hubiera fallecido, no fue hasta el de 1492 que uno se realizó por primera vez en la Capilla Sixtina, lo que se ha convertido en la tradición, salvó en 1799 y 1846. La siguiente reforma importante se dio con la bula Aeterni Patris Filius (1621) del papa Gregorio XV, en el que se estableció una mayoría de dos tercios como necesaria para ganar una elección, así como el juramento que hasta hoy se realiza antes de depositar el voto en la urna. Estas reglas permanecieron intactas hasta el siglo XX (consolidadas en la constitución apostólica de 1904), en el que casi todos los papas realizaron alguna reforma, pero las únicas que comentaré hoy es la del papa Pio XII (Vacantis Apostolicae Sedis, 1945) quien garantizó el anonimato de las boletas y la facultad para votar por uno mismo, Pablo VI en 1970 (Ingravescentem aetatem) que establece los ochenta años como edad máxima para participar en la elección y Juan Pablo II (Universi Dominici gregis) en 1996, quien eliminó los métodos de aclamación y compromiso, convirtiendo el escrutinio (boletas secretas) la única forma de elegir un papa. El mismo Juan Pablo estableció que, tras treinta y cuatro rondas de votación, se permitiera que se eligiera por mayoría absoluta, pero este cambio fue revertido por su sucesor en 2007.


¿Cuántos cardenales participan en la elección? Varía de cónclave a cónclave, el mínimo histórico registrado es de siete en 1261 y el máximo es el cónclave que se está celebrando este año, con ciento treinta y tres. Entre 1587 y 1958 estaba limitado por leí a 70, pero el número se amplió para garantizar una mayor representación de naciones. En teoría, el límite establecido en 1975 es de 120, pero se ha excedido más de una vez. ¿Quiénes lo conforman? Hasta 1899 podía incluir nobleza y monjes que no fueran ordenados sacerdotes, siempre y cuando fueran célibes, pero una reforma en 1917 estableció que solo los sacerdotes podían ser nombrados sacerdotes, y una posterior en 1962 lo limitó a obispos. Urbano VI, un arzobispo, fue el último papa electo que no formaba parte del colegio cardenalicio, en 1378.


No desglosaré aquí los largos procedimientos de la sede vacante, que casi siempre se da por fallecimiento del papa (antes de Benedicto XVI, el último papa en renunciar fue Gregorio XII en 1415); pero basta decir que hay una estructura muy rígida de reglas y protocolos, con el decano del colegio cardenalicio encargado de presidir la elección (este cargo era vitalicio, pero reformas del Papa Francisco lo limitaron en 2019 a un máximo de dos periodos de cinco años). Es muy raro que los decanos sean elegidos papás, sólo se ha dado nueve veces en la historia, las ültimas Pablo IV en 1555 y Benedicto XVI en 2005.


En cuanto al proceso de elección, tradicionalmente se realiza una votación en la tarde del primer día, y a partir del segundo se realizan cuatro (dos por la mañana y dos por la tarde), pero solo hay dos fumatas (quema de las papeletas) al día. Si no se elige un papa a los tres días, se decreta un periodo de oración, que se repite cada siete votaciones de no haber papa. Si después del tercer día se han realizado veintiún votaciones sin ganador, se limitan los candidatos posibles a los dos candidatos más votados en la última ronda. Sin embargo, esto es extremadamente raro, en los cónclaves modernos el más largo ha sido el de 1958, en el que Juan XXIII resultó electo en el cuarto día, tras once votaciones.


El signo más emblemático del cónclave, al menos para el público, es la fumata, establecida en 1914: nera (negra) si no se alcanzó la mayoría y bianca (blanca) si un cardenal electo ha aceptado el cargo (puede rechazar el título si así lo desea, pero esto nunca se ha dado). Mañana veremos los nombres papales, aquí me limitaré a decir que la tradición de adoptar uno nuevo se realiza desde 533.


Tenemos información confiable y fidedigna de elecciones papales por el colegio cardenalicio desde la de 1061 (elección del papa Alejandro II), pero el primer cónclave como tal fue la elección de Inocencio V en enero de 1276, aunque por conflicto internos otros tipos de elecciones se celebraron por los siglos siguientes. Sin contar las elecciones de anti papas, 1914 fue la última vez que un sumo pontífice se eligió por otro método, un consejo para resolver un cisma, con el cónclave consolidándose como único método de elección a partir de 1431. Siglo a siglo, los celebrados han sido los siguientes:

  • Siglo XIII: 1276, 1276, 1294 (3)*

  • Siglo XIV: 1303, 1304-1305, 1314-1316, 1334, 1342, 1352, 1362, 1370, 1378, 1389 (10)

  • Siglo XV: 1404, 1406, 1431, 1447, 1455, 1458, 1464, 1471, 1484, 1492 (10)*

  • Siglo XVI: 1503, 1503, 1513, 1521-1522, 1523, 1534, 1549-1550, 1555, 1555, 1559, 1565-1566, 1572, 1585, 1590, 1590, 1591, 1592 (17)

  • Siglo XVII: 1605, 1605, 1621, 1623, 1644, 1655, 1667, 1669-1670, 1676, 1689, 1691 (11)

  • Siglo XVIII: 1700, 1721, 1724, 1730, 1740, 1758, 1769, 1774-1775, 1799-1800 (9)

  • Siglo XIX: 1823, 1829, 1830-1831, 1846, 1878 (5)

  • Siglo XX: 1903, 1914, 1922, 1939, 1958, 1963, 1978, 1978 (8)

  • Siglo XXI: 2005, 2013, 2025 (3)



*Se dieron otros mecanismos de elección



En espera de los resultados del cónclave número setenta y seis, espero que esta breve guía les haya sido útil para conocer un poco más un proceso fascinante que es simultáneamente muy propenso al cambio, pero también sorprendentemente estable.







Hasta el próximo encuentro…


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