Solsticios y equinoccios
- raulgr98
- 22 mar 2024
- 2 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! Tradicionalmente, se ha fijado como cambio de estación los días 21 de marzo, junio, septiembre y diciembre. Aunque en realidad el movimiento celeste no es tan exacto (por ejemplo, este año la primavera inició el 19). estos puntos de referencia han sido útiles como marcas culturales desde la Edad Antigua. El día de hoy, de manera muy breve, repasaremos la etimología y diferencias entre un solsticio y un equinoccio.
Empezaremos con el segundo término, pues es el que se acaba de celebrar. Viene del latín aequinoctium, derivado a su vez de aequus (igual) y nocte (noche). Esto se debe a que, son las dos fechas en el año en el que la rotación de la Tierra es perfectamente perpendicular al centro del Sol (no se acerca, ni se aleja de él), lo que desde el punto de vista del ecuador terrestre se percibe como el punto más alto de Sol en el cielo, y los únicos dos días en los que la noche y el día tienen la misma duración, de ahí el nombre. Cuando la Tierra experimenta este fenómeno en el norte de la órbita solar, se conoce como equinoccio de primavera (19 a 21 de marzo), mientras que cuando se encuentra en el sur, corresponde al de otoño (21 a 24 de septiembre).
Si la órbita de la Tierra alrededor del Sol fuera un círculo perfecto, el fenómeno anterior no ocurriría, y todos los días tendrían la misma duración; pero al ser una elipsis, es lógico suponer que también habrá un momento en la traslación en el que la Tierra esté más cerca del sol, y uno en el que esté más alejado. A esos dos días es lo que se conoce como solsticio, que viene del latín solstitium, derivado a su vez de Sol y statum (estático). Esto se debe a que para el ojo humano es muy difícil percibir la trayectoria del Sol en los días alrededor del solsticio, por lo que parece que ésta no cambia. En la práctica, la fecha en el que la Tierra está más cercana al sol (20 o 21 de junio), es el día más largo del año, por una variación de poco menos de una hora, y se conoce como solsticio de verano. Caso contrario, el de invierno (21 o 22 de diciembre) es el día más corto, y la noche más larga.
Para concluir, debo reiterar que esto es una cuestión de perspectiva, y toma como punto de referencia el Ecuador terrestre, pues en los polos se produce el efecto contrario: el cenit del sol, que en casi todo el mundo es en los equinoccios, sería en el solsticio de verano para el Norte, y el de invierno para el Sur, lugares donde se da un fenómeno curioso: en el solsticio de verano en el Polo Norte el día dura 24 horas, lo mismo que dura la noche en el sur; dinámica invertida en invierno.
Espero que hayan disfrutado este pequeño texto, quizá en el futuro podamos explorar cómo los fenómenos astrológicos han impactado las fiestas religiosas en todo el mundo.
Hasta el próximo encuentro...
Navegante del Clío
Comentarios