Abel Sánchez
- raulgr98
- 25 jul 2023
- 3 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! Las últimas semanas he estado acercándome a la obra de Miguel de Unamuno, y aunque originalmente pensaba cubrir Niebla, con sus interesantes debates filosóficos; acabé intrigado por una de sus novelas menos conocidas, más breve: Abel Sánchez.
Subtitulada "Una Historia de Pasión", la novela del español es en muchos sentidos una readaptación de la historia bíblica de Caín y Abel. En esta narrativa sin embargo, no se trata de hermanos sino de amigos de la infancia: el médico Joaquín y el pintor Abel, tan cercanos que su relación es prácticamente fraterna, pero cuya falta de lazos sanguíneos le permite al novelista introducir nuevas relaciones y dinámicas, pues el conflicto se extiende por décadas completas.
El estilo narrativo me parece muy atractivo, sobre todo para lectores poco familiarizados con los arcaísmos castellanos, pues es de las más accesibles de Unamuno en cuanto al lenguaje. La estructura, consistente en capítulos breves centrados cada uno en un acontecimiento específico, está compuesta mayoritariamente por diálogo (que da mucha ambigüedad pero a la vez complejidad a los personajes) y fragmentos de una supuesta confesión de Joaquín que eleva la tensión a lo largo del relato pero al leer el final replantea su uso al subvertir la expectativa del lector.
La novela tiene muy pocos personajes (sólo seis reciben caracterización importante), pero sus interacciones mantienen en movimiento la historia. Del grupo central, Joaquín es uno de los protagonistas más polifacéticos que he leído últimamente, pues aunque la envidia a Abel absorbe todos los elementos de su vida, no es un villano caricaturizado, sino que a través de sensacionales monólogos se hace un esfuerzo por mostrar sus conflictos internos, sus esfuerzos por cambiar, y la lucha con los demonios personales. Que Abel no tenga caracterización profunda me parece una decisión muy acertada por parte de Unamuno, pues permite en el lector cierta ambigüedad sobre si las elucubraciones de Joaquín son fundadas o infundadas, y que los otros personajes proyecten en él sus propias experiencias y sentimientos. Del resto de los personajes, Antonia me pareció que cobró mucha importancia y simpatía en la segunda mitad de la historia, y la postura de Abelín (más cercano a Joaquín que a su padre) me pareció de los aspectos más interesantes de la historia, pero debo decir que me decepcionó un poco la caracterización de Helena, particularmente en la segunda mitad.
Unamuno usa la envidia como hilo conductor, pero me parece que pese a la brevedad del texto, hay muchos más temas que impregnan la trama. Aunque su comentario sobre el amor me pareció un poco simplista (el romántico, creo que el fililial y fraternal son mejor desarrollados), hay otros que me parecen poco menos que excelentes. Que uno sea científico y otro artista permite que el novelista explore las similitudes y las diferencias entre la ciencia y el arte, tanto en lo que se necesita para triunfar en una u otra, su función social y el impacto que dejan. Que la fuente de la envidia se centre en una obsesión por el legado, así como en una atención percibida como injusta (al no ser proporcional con el esfuerzo) es algo que puede resonar con muchos lectores, pues vuelve al sentimiento más humano y cercano a cualquier contexto (algo que también se logra al negarse el novelista a dar información contextual sobre su historia, más que algunos detalles mínimos).
Finalmente, creo que Abel Sánchez logra lo que una buena readaptación debe aspirar. No se limita a recrear una trama arquetípica en otro tiempo y lugar, sino que la novela y los personajes reconocen la existencia de la historia bíblica y la comentan. Tanto Abel como Joaquín sienten una obsesión, casi afinidad por el Caín bíblico, y hay un esfuerzo real por comprender sus motivos y grados de responsabilidad. Sin embargo, Unamuno no se limita a establecer semejanzas sino que se recrea en las diferencias (particularmente el paso del tiempo para introducir conflictos generacionales) con el fin de explicar como la envidia, aunque universal, es mucho más compleja y difiere de caso en caso, resultando en una obra que se sostiene por sí misma, pero a través de una discusión viva, realza su fuente de inspiración,
Título original: Abel Sánchez
Autor: Miguel de Unamuno
Año de publicación: 1917
Editorial: Varias
Hasta el próximo encuentro...
Navegante del Clío
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