top of page

Alternancias en la gubernatura: gráfica

¡Bienvenidos pasajeros! Siguiendo el tema electoral del mes pasado, como una curiosidad estadística decidí investigar cuántas alternancias se han dado en las gubernaturas de las treinta y dos entidades federativas, tomando como punto de partida 1989, año en el que Ernesto Ruffo Appel fue el primer gobernador no emanado del PRI al ganar la elección en Baja California. La de hoy no será una publicación muy larga, sólo les presentaré la gráfica y anotaré un par de observaciones.


ree
  • Hay que poner un asterisco importante, sobre todo en los estados con más alternancias, pues el PRI primero y MORENA después han controlado congresos estatales, con lo que han podido forzar alternancias en las gubernaturas interinas. Asimismo, si no se considerara alternancia el paso a partidos afines (PRI y PVEM, por ejemplo), estados como Chiapas tendrían sólo tres alternancias. Asimismo, no se consideran las múltiples acusaciones de fraude, porque ninguna ha resultado en una decisión judicial que anule un proceso electoral.

  • No hay una correlación entre la región (estados norteños y sureños se incluyen entre los que más y menos alternancias han tenido) con el desarrollo democrático. De hecho, algunos de los estados con las poblaciones más políticamente activas (como Ciudad de México) tienen pocas situaciones de alternancia, por lo que ni la geografía, ni el desarrollo ni la participación tiene una influencia directa en el cambio de partido gobernante.

  • Coahuila es el único estado que nunca ha salido del control del PRI.

  • El bloque mayoritario (13/32) ha tenido tres alternancias, mismo número que en la presidencia. De hecho, en la mayoría de ellas el patrón es muy similar: uno o dos gobiernos del PAN o el PRD, un breve retorno del PRI y una transición a MORENA.

  • Los estados son mucho más estáticos que la presidencia. Si no se contara el éxito inicial del PAN en la década de los noventa y principios del siglo XXI, o los éxitos recientes del partido en el poder, descubriríamos que fuera de esas coyunturas hay fuertes bloques estatales (el PAN a conquistado Yucatán, Aguascalientes y Guanajuato, la izquierda ha controlado CDMX desde la apertura y el éxito de MORENA ha sido conquistar los bastiones priístas como México, Campeche y Veracruz, por mencionar algunos ejemplos), que es donde las bases de los partidos tienen mayor efectividad.


Mi conclusión es que, aunque la apertura democrática se dio en los estados más de una década antes que en la elección presidencial, la consolidación de una tradición de alternancia aún es incipiente, y en la mayoría de los casos por debajo del estándar nacional, lo que revela, junto con la poca participación que vimos en la semana pasada, que aún le falta mucho camino por recorrer a la democracia mexicana.





Hasta el próximo encuentro...


Navegante del Clío

Comentarios


bottom of page