Atlantis
- raulgr98
- 13 dic 2023
- 4 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! En términos generales, creo que la estrategia de rehacer clásicos animados ha sido una desafortunada, pues ha reducido oportunidades para contar nuevas historias. Sin embargo, en esta segunda parte de los 100 años de Disney animación, recomiendo uno de los pocos ejemplos que podrían aprovechar este tratamiento para recibir una segunda vida: Atlantis, el reino perdido.
Escrita por Tab Murphy y dirigida por Gary Trousdale y Kirk Wise; la cinta de 2001 tiene un elenco encabezado por Michael J. Fox (Milo Thatch), Cree Summer (Kida Nedakh), James Garner (Tiberius Rourke), Phil Morris (Joshua Sweet), Claudia Christian (Helga Sinclair), Jacqueline Obradors (Audrey Ramirez), Don Novello (Vinny Santorini), Corey Burton (Gaetan Moliere), Florence Stanley (Bertha Packard), Jim Varney (Cookie Farnsworth), John Mahoney (Preston Whitmore) y Leonard Nimoy (Kashekim Nedakh). Con una recepción crítica mixta (tendiente a negativa) y una taquilla decepcionante, ha sido de las películas más olvidadas por el estudio pese a ganar un seguimiento de culto en años recientes.
Leyendo las razones por las que no tuvo éxito, algunas son coyunturales (Disney estaba perdiendo presencia en el mercado en la primera década de los 2000 y la animación tradicional perdía popularidad), otras son más adjudicables a la película en sí misma, sobre todo que era el distanciamiento más grande en décadas del cuento de hadas musical que el estudio había hecho famoso. Inspirada en las historias de Julio Verne, Atlantis es una aventura de ciencia ficción con tintes épicos sobre una expedición que en parte en busca de una civilización perdida, y por lo tanto forma parte de una tendencia de la década a apelar más a los varones (se creía, erróneamente, que el musical tradicional era casi exclusivamente femenino).
Lo primero que quiero mencionar de la película es que, aunque podamos discrepar del resultado final, hay mucha creatividad involucrada. Hablaré más adelante del apartado visual, pero en la fase de desarrollo se introdujeron muchos conceptos interesantes para Atlantis, con arquitectura y mitología propias (alejándose de la iconografía griega convencional) y mandando crear un sistema linguístico propio (creado por Marc Okrand, inventor del klingon). Por desgracia, si creo que gran parte de estos esfuerzos quedan confinados al fondo, y no se les pone tanta atención, pero ayudan a construir un mundo más vívido en la segunda mitad.
Tratando de entender la recepción negativa, más allá de apartarse de las expectativas; creo que es cierto que la película es demasiado ambiciosa para su duración de noventa minutos, y muchos de los personajes secundarios, elementos mitológicos y puntos de trama se sienten apresurados y/o desaprovechados. Por eso, yo creo que un metraje más extendido beneficiaría mucho a la historia, y la posibilidad de un remake no es descabellada, pues el live-action se presta mejor que la animación al tono de la película.
Sin embargo, la cinta no está desprovista de elementos positivos, todo lo contrario. La estética, en diseño de personajes pero sobre todo en la paleta de colores de los fondos me parece muy atractiva, y el encuadre más amplio contribuye a crear un sentimiento épico en el espectador, sobre todo una vez que se llega a Atlantis. El equipo creativo experimentó con elementos de CGI, que me parecen muy bien logrados, en particular en los elementos mecánicos (el Ulises, submarino de la tripulación, es quizá el elemento icónico más memorable de la cinta) y la fluidez de la animación permite excelentes secuencias de acción, en particular durante el segundo acto.
El tono de la película me parece muy bien logrado, pues le aporta la seriedad necesaria a los temas de la historia y es consistente con el espíritu de aventura que se quiere lograr, pero encuentra oportunidades para balancear de buena manera el humor, que al partir más de las interacciones de personajes que de chistes visuales, se puede integrar de manera orgánica y favorece la dinámica del grupo protagonista. Otro elemento a destacar en este respecto es la banda sonora de James Newton Howard, la cual, pese a no estar a la altura de su trabajo anterior (Dinosaurio, también para Disney), logra capturar la sensación de asombro clave para que la historia funcione.
Los personajes secundarios son memorables y con mucho carisma, y en este apartado es donde creo que Atlantis fue una cinta adelantada a su tiempo pues cumple todas las características que aprecia la crítica en la actualidad: un personaje femenino fuerte (aunque cae en el arquetipo de damisela en peligro en el tercer acto), innovación visual, un elenco diverso introducido de forma orgánica, escenas de acción ambiciosas y intentos superficiales pero presentes, de profundidad temática y moralidad compleja.
No he tocado hasta ahora los temas de la cinta, pues lo he reservado para la conclusión. Atlantis es agresivamente anti imperialista, y no le tiembla la mano al condenar las motivaciones capitalistas de los antagonistas, haciendo énfasis en su crítica de cómo intereses políticos y económicos influyen perjudicialmente en expediciones cuyo fin debería ser únicamente científico. Que una película animada de este siglo muestre como villanos a aquellos hombres y mujeres que toman elementos culturales que no entienden ni respetan, pensando sólo en su valor monetario, me parece deliciosamente irónico considerando la casa productora que la estrenó.
Hasta el próximo encuentro...
Navegante del Clío
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