Batman: Máscara del fantasma
- raulgr98
- 25 sept 2024
- 3 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! Durante los últimos dos días he comentado mi afición por la película de Batman de 2022, a la que considero la mejor adaptación del personaje de DC, pero lo que he omitido mencionar es que hay otra película en la que se encarnan todas las cualidades del personaje, mucho menos conocida pero igual de efectiva.
Dentro de la continuidad de la exitosa serie animada, la cinta de 1993 fue dirigida por Eric Radomski y Bruce Timm; y escrita por Alan Burnett, Paul Dini, Martin Pasko y Michael Reaves. El talento vocal incluyó a una mezcla de veteranos de la serie y nuevas incorporaciones, quedando integrado por Kevin Conroy (Batman), Dana Delany (Andrea Beaumont), Mark Hamill (Joker), Efrem Zimbalist Jr. (Alfred), Bob Hastings (Gordon), Hart Bochner (Arthur Reeves), Abe Vigoda (Wheezer Valestra), Dick Miller (Chuckie Sol), John P. Ryan (Buzz Bronski) y Stacy Keach (Fantasma). Aunque bien recibida por la crítica, la película fue un fracaso en taquilla, no obstante, ganó un seguimiento de culto en DVD y ahora es considerada un clásico de la animación de superhéroes.
Tomando inspiración de arcos de cómics como Batman Año Uno y Batman Año Dos, la historia sigue a un consolidado justiciero quien súbitamente debe enfrentarse a fantasmas de su pasado que coinciden con la aparición de un nuevo enmascarado que no comparte el valor de Batman por la vida de los criminales (el Fantasma, invención de esta historia, se volvería tan popular que poco después fue introducido en los cómics).
Durando poco más de una hora, en lo que hoy sería considerado un episodio de televisión en muchas cadenas, la película aprovecha todos los recursos de la serie (una animación sorprendentemente fluida, la excelente banda sonora de Shirley Walker, la estética de Ciudad Gótica y la química vocal entre Conroy y Hamill, entre otras) pero no depende de su conexión con ella para triunfar; por el contrario, está diseñada para disfrutarse de manera independiente (en ese sentido, una decisión consciente de los creativos fue que Joker fuera el único villano clásico que apareciera en la cinta, cuyo mesurado uso en la segunda mitad de la película es perfecto para dotarla de un clímax memorable y permitir brillar el descenfrenado carisma de Mark Hamill en el rol antagónico).
La trama del presente es una de una intriga y tensión sólidos, con los asesinatos del Fantasma arriesgando la reputación pública de Batman, lo que le da un peligro adicional a la trama. El misterio es sólido, si bien un poco predecible una vez que se establece la conexión entre las víctimas. Aún así, el último giro si es uno inesperado, que ayuda a integrar todos los elementos de la trama, darle peso al clímax (una secuencia de acción extendida muy bien ejecutada) y acentúar el tema de la cinta; la diferencia entre justicia y venganza.
Pese a que la trama presente sería por sí misma una de las mejores historias del cruzado enmascarado, son los flashbacks los que en mi opinión elevan esta historia a una de las mejores del personaje. Entrelazar sus inicios en el combate al crimen (una de las mejores fuentes de humor de la cinta) con una historia de amor fue una decisión arriesgada, pero que el guion logró llevar a buen puerto. Con pocos minutos en pantalla, Andrea Beaumont se convirtió en uno de los icónicos intereses amorosos del superhéroe, a través de la cual se explora como pocas veces antes la faceta de Bruce Wayne del personaje, permitiéndole a Conroy mostrar su rango actoral en una de las mejores interpretaciones del papel que lo volvió legendario. El resultado de esta trágica relación son escenas icónicas, muchas de ellas sin diálogo (la reacción de Alfred a la primera vez que Batman se pone la máscara es una favorita personal), pero sin duda la más memorable, en mi opinión una de las mejores escenas jamás escritas con el personaje, es la poderosa escena en la tumba de Thomas y Martha Wayne, donde con crudeza se explora la delicada psique del personaje, sus dudas respecto al legado que debe mantener y su conflicto interno (la línea "no contaba con ser feliz" con toda seguridad desgarrará el corazón del espectador). Esta relación con el legado de los padres, que primero une y después distancia a Bruce de Andrea, profundiza la dinámica que ellos tienen para volver más entrañable la relación.
Para muchos, Kevin Conroy y Mark Hamill son las versiones definitivas del Caballero de la Noche y el Príncipe Payaso del Crimen, y en esta cinta, la disrupción generado por una tercera fuerza resulta en una genial exploración de ambos personajes. No puedo expresar con suficiente énfasis mi recomendación a este clásico animado y, dada su corta duración, si alguna vez sintieron curiosidad por el mundo de Ciudad Gótica no hay excusa para negarse a la oportunidad de descubrir la película.
Hasta el próximo encuentro..
Navegante del Clío
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