top of page

Big Little lies

¡Bienvenidos pasajeros! Una de las expresiones más comunes en el medio creativo es que se escribe de lo que se conoce, y por eso he insistido por mucho tiempo en que la diversidad detrás de cámaras es aún más importante que aquella frente a ellas. Agregar más personas a la conversación sólo enriquece nuestras historias y tiene el potencial de hacerlas más sinceras. Sin embargo, eso no significa que quedemos limitados a escribir sobre las situaciones que vivimos o los grupos a los que pertenecemos, y un gran ejemplo es la recomendación de hoy, pues grande fue mi sorpresa cuando descubrí que la serie que en mi opinión mejor refleja la complejidad de la experiencia de la mujer, es escrita por un hombre.


Estrenadas en 2017 y 2019 respectivamente, las dos temporadas son escritas por David E. Kelley, siendo la primera temporada dirigida por Jean-Marc Vallée y la segunda por Andrea Arnold. El elenco, de primer nivel, está encabezado por Reese Witherspoon (Madeline Mackenzie), Nicole Kidman (Celeste Wright), Shailene Woodley (Jane Chapman), Laura Dern (Renata Kleine), Zoë Kravitz (Bonnie Carlson), Adam Scott (Ed Mackenzie), Alexander Skarsgård (Perry Wright), James Tupper (Nathan Carlson), Jeffrey Nordling (Gordon Klein), Kathryn Newton (Abigail Carlson), Iain Armitage (Ziggy Chapman), Darby Camp (Chloe Mackenzie), Chloe Coleman (Skye Carlson), Cameron y Nicholas Crovetti (Josh y Max Wright), Ivy George (Amabella Klein), Merrin Dungey (Adrienne Quinlan), Robin Weigert (Amanda Reisman), PJ Byrne (Warren Nippal) y Meryl Streep (Mary Louise Wright). Gozando de una excelente recepción crítica, la primera temporada estuvo nominada a dieciséis Emmy, de los cuales ganó ocho, incluyendo mejor miniserie, mejor dirección y premios de actuaciones para Kidman, Dern y Skarsgård. La segunda temporada, aunque menos exitosa en la temporada de premios (cinco nominaciones, sin victorias), también fue muy bien recibida por la crítica.


Desarrollándose en una comunidad de clase alta de California, la primera temporada inicia con un flash forward de un asesinato en un evento escolar, y aunque la investigación sirve de hilo conductor de la trama (incluyendo hilarantes pero frustrantes entrevistas con prejuiciosos personajes incidentales), el foco narrativo está en las dinámicas interpersonales de cinco mujeres involucradas en la tragedia en los meses previos a la “noche de trivia”. La segunda temporada, en un formato mucho más lineal, sigue las secuelas del incidente y constituye una exploración del qué pasa después del abuso.


Como en la mayoría de mis recomendaciones, quiero comenzar con los aspectos técnicos de la serie, que pese al cambio de directores entre temporadas se mantiene consistente. La cinematografía, de estilo naturalista, es preciosa, y creo que se combina con un excelente diseño de producción para crear en la comunidad de Monterey un mundo aparentemente idílico, que se desdibuja y agrieta conforme la trama avanza. Aunque el estilo de edición pueda resultar desconcertante para algunos espectadores, creo que el cambio abrupto de escenas es una buena representación visual del estado mental de los protagonistas, y ayuda a construir la intriga, en particular en la segunda temporada.


Incluso aunque la segunda temporada llega a ser demasiado reiterativa para mi gusto en la primera mitad (se repone en la recta final gracias a excelentes monólogos en un juzgado), la principal fortaleza de la serie es sin duda el guion, con algunos de los mejores diálogos que he visto en una producción de HBO, que de por sí es famosa por sus estándares de calidad. No quiero dar muchos detalles, porque creo que la serie se disfruta más si el espectador descubre por su cuenta los giros de trama; pero me parece extraordinaria la complejidad psicológica de los personajes, y la capacidad de los catorce capítulos de balancear un elenco bastante extenso sin que la historia abrume a la audiencia. Temas de violencia intrafamiliar, infidelidad e identidad femenina son el principal foco de ambas temporadas, pero la profundidad de la serie va más allá de eso, y algunos de mis momentos favoritos se enfocan en la crítica a la búsqueda desesperada de estatus y la doble moral de la sociedad, intrigando, adulando y traicionando según sus propios intereses.


En su núcleo, se trata de una historia de mujeres, pero celebro que hay mucho cuidado en no tratarlas como un bloque demográfico, sino como individuos. De esta manera, cada una de las protagonistas representa una parte distinta de la experiencia femenina, mostrando de forma polifacética y madura tanto las profundas rivalidades que existen entre ellas (el detonante de la trama es la rivalidad entre las “madres de familia” y las “madres trabajadoras”) pero también una capacidad sin parangón de empatía y solidaridad. Sin dar muchos detalles de la historia, esta es una de las pocas narrativas que he visto capaces de explicar porque algunas mujeres permanecen en relaciones abusivas sin que el guion satanize o sea condescendiente con el personaje; mientras que con otras de las protagonistas se exploran otras situaciones como el trauma de la violación y los efectos continuos y sutiles de una infancia en situaciones de abuso, y las complejidades del matrimonio. La mayoría de las mujeres de esta serie han vivido la violencia, pero el guion se rehúsa a limitarlas al papel de víctimas, y construye caracterizaciones redondas, con virtudes y defectos más allá del trauma, con algunas de ellas incluso convirtiéndose en victimarias (el personaje de Madeline por ejemplo, es excepcional, y la incorporación de Meryl Streep en la segunda temporada como una fuerza antagónica es clave para mostrar un lado más sombrío y manipulador de la feminidad), incluso ingeniándoselas para escribir personajes infantiles complejos, y una adolescente que logra equilibrar la rebeldía y exasperación de esa edad sin convertirla en un cliché irredimible.


Aunque las mujeres son el foco de la serie, me alegra que los hombres no fueran reducidos a un ente abstracto, sino que reciben no sólo sus propias subtramas, sino una caracterización compleja en varios puntos del espectro moral: el guion muestra como pueden coexistir distintos tipos de abuso, algunos más sutiles de otros, y hace esfuerzos por explicar la violencia (aunque afortunadamente, en ningún momento la justifica), y también hace énfasis en que hay relaciones en los que los problemas son más falta de comunicación y sinceridad, que agravio de alguna de las partes. Algunos de los personajes masculinos son monstruos irredimibles, pero otros son ejemplos positivos que equilibran la trama, y en particular disfruté la interpretación de Adam Scott, a quien sólo conocía previamente de sus papeles como patán o extraños.


Finalmente, quiero señalar el talento del elenco, pues la serie logró reunir a uno de los mejores ensambles de la televisión. Por supuesto que Meryl Streep y Nicole Kidman son pesos pesados de Hollywood, y el duelo de voluntades de ellas dos en escenas es magnético de ver, pero Alexander Skarsgård fue para mí una revelación, siempre es bueno ver a Whiterspoon y Dern en roles más complejos de lo que aparentaban al inicio, mientras que Kravitz y Woodley dan las que considero por mucho las mejores interpretaciones de sus respectivas carreras.


Concluyendo con un retorno a mi sorpresa inicial, creo que la historia funcionó pese a ser escrita por alguien que no pertenece al grupo demográfico por dos motivos: el primero, creo que el proceso de escritura surgió de una curiosidad genuina por comprender otro punto de vista, lo que llevó a una investigación que se refleja en el proyecto narrativo; y por el otro, que creo que es el más importante: toda creación artística, pero sobre todo el cine, es en mayor o menor medida un esfuerzo colaborativo, pues incluso los creadores individuales tienen sus influencias. En este caso, no se debe menospreciar la influencia de Kidman y Ritherspoon como productoras, ni la constante presencia en el proceso de Liane Moriarty, autora de la novela en la que se basa la historia. Trabajar en equipo, sobre todo en el estrés que implica una producción de este tamaño, con frecuencia puede conducir a severos roces, pero hay ocasiones en las que el resultado final se fortalece por la mezcla de voces.




Hasta el próximo encuentro…


Navegante del Clío



Entradas recientes

Ver todo
La isla

¡Bienvenidos pasajeros! En estos casi tres años de Navegante del Clío hemos cubierto películas polémicas o que recibieron una recepción...

 
 
 
Dinosaurio

¡Bienvenidos pasajeros! Si ayer compartía con ustedes uno de los primeros libros que recuerdo haber leído, el día de hoy quiero compartir...

 
 
 
Rain Man

¡Bienvenidos pasajeros! Contrario a lo que el título podría indicar, la temporada de lluvias no inspiró esta publicación, que está...

 
 
 

Comments


bottom of page