Cumbres borrascosas
- raulgr98
- 14 feb 2023
- 4 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! Para iniciar en plena forma la semana romántica, les traigo un clásico de la literatura inglesa: Cumbres Borrascosas.
Publicada póstumamente en 1847, la novela de Emily Bronte es difícil de clasificar en una corriente, pero distintos críticos la han asociado con el romanticismo y el gótico. Aunque mal recibida en su época, en tiempos recientes se ha convertido en una de las piezas literarias mejor reseñadas de la literatura inglesa y, tanto para bien como para mal, ha influenciado el cine y literatura posteriores desde Jeyne Eyre hasta Crepúsculo.
Sin contar el principio y el final, transcurridos en el futuro, la historia se divide en dos partes principales que juntas siguen el transcurso de treinta años: La primera sigue a dos familias. los Earnshaw (Hindley, Catherine y su hermano adoptivo Heathcliff) y los Linton (Edgar e Isabella), centrándose en el triángulo amoroso entre Heathcliff, Catherine y Edgar. La segunda está enfocada en los planes de Heathcliff de arruinar la vida de los hijos de Hindley y Edgar como parte de su plan de venganza.
La novela tiene muchos temas (moral, religión, etc.) que pueden ser explorados gracias a que Bronte recurre a múltiples narradores, pero en esta ocasión me centraré en los tres más importantes: el que era el más importante para la autora es el debate entre cultura y naturaleza que se vuelve evidente en las descripciones de los dos escenarios principales, Cumbres Borrascosas (el hogar de los Earnshaw) es descrito como un lugar inhóspito y asediado por tormentas, lo que está asociado a Heathcliff, un símbolo de la naturaleza, salvaje e impredecible. Granja Tordos, la propiedad de los Linton, asociada al gentil y aburrido Edgar, está oculta en un apacible valle artificial por lo que representa la sociedad culta y refinada, debatiéndose Catherine entre su naturaleza (Heathcliff) y sus aspiraciones sociales y culturales (Edgar). El segundo tema es el clasismo, que mueve por un lado el conflicto (la clase impide la relación entre Heathcliff y Catherine) pero también se vuelve la motivación para la villanía del primero (ambiciona poder).
El tercer tema es el amor, pero antes de desarrollarlo quiero dejar en claro mi punto de vista sobre la principal crítica a la novela: que tanto Heathcliff como Catherine son personas crueles, abusivas y tóxicas y que por lo tanto no deberían ser idealizados por los lectores. Sin embargo, lo que este cuestionamiento omite es que Emily Bronte en ningún momento pretende pintar la relación como inspiradora, sino como una lección de como no debe ser el carácter de un romance, pues pese a ser los protagonistas los amantes imposibles son en realidad villanos, y quizá el punto de la historia sea mostrar que incluso los monstruos tienen capacidad de amar.
Para reforzar este punto, y cerrar esta reseña con el tema del amor, los dejo con lo que creo es un trabajo narrativo muy interesante que hace la autora de distintos tipos de relaciones, las más comunes en la literatura de la época. Por lo tanto, esta reseña cierra con un desglose de las principales relaciones de los personajes, en el orden en el que se dan, analizando brevemente su simbolismo, pero para poder explicarlo bien tendré que contar la historia, así que quienes deseen ser sorprendidos por la novela les sugeriría detengan aquí la lectura.
Catherine y Heathcliff: Representa el amor imposible, pues nunca se concreta. Sin embargo, la originalidad de usar este tropo es que no sólo los separa la diferencia de clase social, sino la propia ambición de Catherine, quien elige casarse con Edgar por dinero; por lo que el amor se vuelve irrealizable tanto por factores internos como por externos.
Hindley y Frances: Originalmente este matrimonio parece ser uno sano, pues Hindley regresa a la finca mucho más maduro tras su matrimonio, pero su verdadera naturaleza se revela tras la muerte de Frances, cuando Hindley se vuelve alcohólico y ludópata, terminando por ceder la propiedad a Heathcliff para pagar sus deudas. Puesto que una de las partes pierde toda capacidad de funcionar tras la muerte del otro, esta relación representa el amor dependiente.
Catherine y Edgar: Como mencioné anteriormente, Catherine no ama a Edgar (de hecho desprecia su debilidad), pero se desposa con él por dinero. Él, por el otro lado, está profundamente enamorado de su mujer y se toma como misión de vida procurarla y consentirla en todo (salvo ver a Heathcliff). Tras la muerte de Catherine, Edgar logra reponerse para criar a su hija, pero le guarda luto el resto de su vida. Dado que los sentimientos de un lado son genuinos pero del otro son fingidos en busca de interés personal, el amor no correspondido es el arquetipo que mejor encaja en esta relación.
Heathcliff e Isabella: Aunque ella si está enamorada de él (lo que hace que se resista a dejarlo durante casi toda la novela), él la manipula a una relación con único fin de vengarse de Edgar, y una vez casados la golpea y humilla constantemente. Esta es la relación más tóxica de la novela y la que muestra la peor faceta del protagonista, y por lo tanto es una muestra perfecta del tristemente común amor abusivo, pues ella siempre lo perdona.
Cathy (hija de Edgar y Catherine) y Linton (hijo de Heathcliff e Isabella): Aunque eventualmente llegan a una extraña especie de amistad y compasión mutua, esta pareja representa el amor forzado o una relación sin amor, pues Heatcliff los obliga a casarse con el objetivo de apropiarse de ambas propiedades.
Cathy y Hareton (hijo de Hindley y Frances): Una señal de lo que para la autora significa el amor es que la novela acabe con la muerte de todos los personajes salvo estos dos, que representan el amor sano o amor verdadero, pues establecen una relación de manera orgánica a lo largo de años guiada no por interés económico sino por sentimientos genuinos. Un reflejo de Catherine y Heathcliff (una dama elegante y culta y un hombre de baja clase hosco e ignorante) en el caso de la primera relación ella elige despreciarlo a pesar de la atracción que sienten uno por el otro, mientras que en la segunda ella lo acepta pese a las diferencias, concluyendo la novela con ella enseñándole a leer a él.
Título original: Wuthering Heights
Autora: Emily Bronte
Año de publicación: 1847
Editorial: Varias
Hasta el próximo encuentro...
Navegante del Clío
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