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De repente llaman a la puerta

¡Bienvenidos pasajeros! ¿Qué implica decir que algo es original? ¿Tiene que ser una invención completa del autor o la tarea de reinterpretación de la realidad tiene un valor creativo de igual dimensión? Esa es una interrogante que el autor judío Etgar Keret realiza en uno de sus cuentos más conocidos.


De sólo cinco páginas en mi edición, el relato tiene una trama aparentemente simple, pero que deja muchas interrogantes abiertas: en el cuento, una versión ficticia del propio autor es amenazado a punta de pistola para que cree un cuento. Conforme intenta iniciar su narración, nuevos extraños se suman a la confrontación. En cuestión técnica, el relato es de una estructura semi circular, con final abierto, pues Keret nunca deja de ser interrumpido, y la secuencia es aparentemente reiterativa (cada nuevo extraño, tras un intento de ser rechazado, amenaza violentamente a Keret); sin embargo, el autor le da a cada uno de los tres extraños suficiente caracterización para evitar la trampa de la monotonía, y el ritmo se sostiene por el humor negro en el que el escritor es experto.


Algo que llama la atención del cuento es que juega con la línea entre la fantasía y el realismo. Por un lado, la situación no puede interpretarse como normal, y el relato nunca da explicaciones de cómo y por qué tres extraños han decidido amenazar al escritor, pero el contexto del relato es casi mundano, en un entorno urbano, y el monólogo interno del Keret ficticio muestra un crudo diagnóstico social y geopolítico de Medio Oriente (aunque la identidad étnica del tercer extraño no se revela, el primero es sueco y el segundo marroquí, lo que sumado al propio origen polaco del autor permite hacer un comentario sobre la diáspora judía y las tensiones culturales de la región). Sin embargo, donde más se nota esta línea difusa entre lo real y lo fantástico es que el cuento que el personaje principal nunca logra terminar parece tener la capacidad sobrenatural de influir en el mundo (o al menos, así lo creen los otros personajes, no tanto el narrador).


A un nivel temático, las reflexiones que ofrece Keret sobre el mundo son interesantes, si bien un poco cínicas para mi gusto, pero que hablan de la naturaleza humana en términos generales. Contrario a lo que una lectura superficial podría concluir, el aparente pro occidentalismo del narrador no es genuino, y debe ser tomado como irónico (a fin de cuentas, el sueco lo está amenazando con una pistola). Sin embargo, la mayor parte de la crítica es a su contexto israelí, sobre todo a través del personaje del encuestador, en quien se pueden reflejar problemas como crisis económicas, tensiones raciales y la injusticia del servicio militar. Este último punto, el de la violencia constante, es el más claro en el relato, y creo relevante para el presente el seguir discutiendo el genocidio que se está cometiendo en contra de Palestina, y la aparente imposibilidad de la región (en gran medida por influencias externas) de tener un diálogo. En un entorno de crisis y temor, la única motivación que los personajes dan para exigir un cuento es la búsqueda de un escape de la realidad.


Y aún así, el Keret ficticio no puede sino retomar elementos de la realidad para construir su relato. Ante las críticas de quien lo escuchan, responde que:


"Echa de menos la sensación de crear algo a partir de algo. Sí, algo a partir de algo. Porque eso de crear algo de la nada es para cuando de verdad se inventa algo. Y eso ni merece la pena ni es gran cosa. Mientras que crear algo a partir de algo quiere decir saber descubrir algo que ya existía todo el tiempo en ti y descubrirlo a través de algo que ha sucedido y que nunca antes había pasado."


Keret menciona en un punto del relato que está seguro que a dos de sus contemporáneos (ambos escritores reales) nunca les harían esas exigencias, con lo que coloca al escritor como un ser único, cuya voz es irrepetible. ¿Está afectando su cuento la realidad, o la realidad está afectando su cuento? Es posible que el puente entre ambos ámbitos funcione en las dos direcciones, lo que permite abrir la puerta al debate de la literatura como factor de cambio. En su narración final, Keret se niega a hablar de la realidad política o social, armando el cuento a partir de su experiencia personal, pero la realidad es que todo el tiempo ha realizado una crítica más grande que su propia vivencia. El autor no se puede desprender del mundo en el que crea, pero la forma en la que lo canaliza, es donde radica la verdadera originalidad.





  • Título original: פתאום דפיקה בדלת

  • Autor: Etgar Keret

  • Año de publicación: 2010





Hasta el próximo encuentro...


Navegante del Clío

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