Dear Evan Hansen
- raulgr98
- 29 sept 2024
- 4 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! Esta publicación es un poco tardía, estoy luchando contrarreloj para que se publique aún en el día 29; pero espero que la disfruten, pues hoy cubro un musical que fue muy exitoso en su momento, pero cada vez más cubierto de polémica.
Originalmente muy bien recibida tanto en taquilla como entre la crítica (de hecho, ganó seis de los nueve premios Tony a los que fue nominado, incluyendo mejor libreto, mejor actor, mejor banda sonora y mejor musical), la historia sigue a un adolescente que padece ansiedad cuya vida desciende en una espiral de malentendidos y caos tras el suicidio de un compañero de clases.
Dada la naturaleza de la historia, creo importante comenzar abordando los que considero los puntos más débiles de la producción: el sentido del humor, dado el eje temático, no será del agrado de muchos (aunque creo que está en su mayor parte bien logrado), y un final mejor amarrado hubiera sido más fortuito, pero el principal problema de esta historia es que me parece que la exploración de la salud mental no deja de ser, al menos desde mi punto de vista, demasiado superficial. Aun así, creo que la historia tiene mucho valor por dos cualidades que no se deben menospreciar: parte de una intención genuina por explorar la ansiedad en adolescentes, un tema innovador (al menos en el mainstream) para la época, y el énfasis que pone en cómo afecta la salud mental a los familiares y círculo cercano del paciente, una exploración interesante que me pareció muy efectiva y el corazón de la cinta.
A continuación quiero discutir al protagonista, quien fue colocado en el ojo del huracán tras una desafortunada adaptación cinematográfica. Aunque respeto las opiniones contrarias, creo que al menos en el musical las motivaciones de Evan Hansen están muy bien construidas, y tanto el guion como la actuación dejan muy en claro el proceder de sus acciones. Desde mi perspectiva, la obra reconoce que las acciones de Evan son erróneas, sobre todo en el segundo acto (donde se muestra un cariz mucho más egoísta del muchacho), pero creo que las semillas de su ansiedad e inseguridad están lo suficientemente bien planteadas para entender el malentendido inicial como un error ingenuo pero no malintencionado. En cuanto a los personajes secundarios, siendo honesto la personalidad de Jared es demasiado para mí, pero el resto me parece un grupo de personajes bien planteado, que permiten explorar distintas facetas de las dinámicas sociales y familiares del mundo construido. A través del personaje de Zoe se exploran elementos sutiles pero interesantes de las dificultades de la juventud y la disfuncionalidad familiar, pero son las dos madres (Heidi y Cynthia) quienes son para mí el corazón del musical, los personajes más entrañables y también el mensaje más emotivo: el amor de dos madres que, por razones ajenas a su voluntad, no pueden conectar con sus hijos, pues desconocen mucho de ellos.
Aunque, dada la naturaleza de la historia, no hay coreografía muy elaborada, la dirección me pareció excelente, que logra usar la escenografía, los extras y sobre todo el movimiento para informar sobre la psicología de los personajes. En particular el uso de elementos tecnológicos me pareció muy afortunado, pues no sólo hace un trabajo excelente de ambientación y contextualización, sino que es un vehículo para una exploración temática secundaria, que son las redes sociales como un arma de doble filo, capaces de ayudar a difundir mensajes importantes (creando sentido de comunidad y preservando legados) pero también siendo una fuente de ansiedad y, en el segundo acto, de un acoso anónimo en extremo cruel que es cada vez más resonante con nuestra involución social.
Cierro con el aspecto musical, con el que conecto mucho dado que disfruto el trabajo de Pasek y Paul (El gran showman, La La Land, Spirited, etc.), pues creo que tienen una orquestación sincera que, junto con un ritmo memorable, ayudan a conectar emocionalmente con los personajes. De los temas principales del musical, Waving through a window me parece de los mejores logrados por la empatía que genera hacia el protagonista, sobre todo si el espectador a experimentado experiencias semejantes. Otras de las más memorables son Requiem (una exploración brutal y hasta cruel del duelo), Anybody have a map? y So Big/so small (que exploran los temas de maternidad que me parecieron tan bien logrados) y You will be found, que se ha convertido en prácticamente un himno en favor de los tratamientos de salud mental. Sin embargo, si están pensando en escuchar el álbum original no puedo despedirme sin mencionar que este es de los musicales en los que más lamento la práctica común de omitir los reprise (cinco en este caso), pues creo que estos breves momentos musicales son claves para profundizar en los personajes secundarios y, a través de subvertir la melodía, la letra o ambas, explorar de una manera más compleja las motivaciones y temas.
Año de estreno: 2016 (Broadway)
Música: Justin Paul
Letras: Benj Pasek
Libreto: Steven Levenson
Dirección: Michael Greif
Elenco original
Ben Platt (Evan Hansen)
Rachel Bay Jones (Heidi Hansen)
Laura Dreyfuss (Zoe Murphy)
Jennifer Laura Thompson (Cynthia Murphy)
Michael Park (Larry Murphy)
Mike Faist (Connor Murphy)
Will Roland (Jared Kleinman)
Kristolyn Lloyd (Alana Beck)
Hasta el próximo encuentro…
Navegante del Clío
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