Diles que no me maten
- raulgr98
- 17 ene 2023
- 3 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! En esta ocasión de la lectura de la semana quise volver a trabajar con cuentos, y aprovechar la ocasión para comentar literatura mexicana. Considerando que Juan Rulfo es un buen punto de partida, me debatí entre cual relato de su colección El llano en llamas sería interesante comentar, y me acabé decantando por Diles que no me maten.
¿Por qué decidí explorar este cuento? Para contestar esta pregunta primero hay que considerar cuales son los temas principales de la obra de Rulfo: el primero es el campo de la pos revolución, pues casi todos sus personajes son campesinos o ganaderos, habitantes de pueblos pequeños, y es importante para el autor no sólo retratar las costumbres de la región sino denunciar la ineficacia del movimiento armado, pues la pobreza y explotación permanecen. En segundo lugar, la muerte y la violencia, casi todos los personajes tienen un final trágico o se encuentran rodeados de fantasmas, pues con esto Rulfo quiere poner en evidencia que en condiciones de miseria como la de estos cuentos, la muerte y la tragedia son las únicas constantes. Finalmente, un tercer tema es la relación entre padres e hijos, quizá el aspecto más personal del estilo de Rulfo. La dinámica varía de relato en relato (buenos padres, malos padres, huérfanos, hijos muertos), pero en todos sus protagonistas es posible ver de alguna manera la relación con su padre o su hijo: ayudarlo, encontrarlo, vengarlo, etc.
En cuestión de estilo, creo que son dos los elementos más distintivos: en primer lugar el vocabulario empleado, que consiste en regionalismos, diálogos partidos, que se acercan más a las expresiones orales que a las reglas gramaticales, pues es una manera más de retratar el mundo de la infancia del escritor. Finalmente, como comentamos alguna vez hablando de fantasía, Rulfo es un maestro del realismo mágico, en el que los elementos sobrenaturales son tratados con total normalidad por los personajes. En ocasiones estos son explícitos, sobre todo con la presencia de espíritus, pero a veces lo sobre natural se limita a la narrativa, como es en el caso de este cuento, cuya estructura es difusa pues salta constantemente de pasado a futuro y con la misma facilidad alterna entre la tercera y primera persona, lo que hace difícil determinar incluso si el protagonista ya está muerto al momento de la narración.
En cuestión de trama, esta (que abarca sólo siete páginas) es relativamente simple, pues se dedica a recrear las últimas horas del prófugo Juvencio Nava, quien primero con su hijo Justino y después con un coronel del ejército negocia para evitar ser fusilado por un homicidio que cometió treinta y cinco años antes, en un pueblo llamado Alima. Y aquí se empieza a comprender la razón por la que seleccioné este texto, pues en tan pocas palabras se pueden ver todos los temas que a Rulfo le interesaban: Juvencio Nava es un hombre humilde, criador de ovejas, deja Alima para esconderse en un pueblo similar, Palo de Venado, y cuyo único consuelo es recordar el amor por su tierra. La razón del homicidio: la negativa de un hacendado de dejar a las ovejas de Juvencio pastar en sus terrenos, aun en medio de una sequía, una muestra más de la permanencia del latifundismo y la explotación después de la relación. Los dos tiempos principales del cuento están marcados por la violencia: el ataque a machetazos a Guadalupe Terreros en el pasado y el fusilamiento de Juvencio en el presente, siendo la muerte el hilo conductor de la historia, inicia con una y cierra con otra. Finalmente, la ausencia de las mujeres es de resaltar (la viuda de Guadalupe murió de pena poco después, la esposa de Juvencio lo abandonó cuando este se dio a la fuga), por lo que, como es común en Rulfo, las dinámicas son las de dos parejas de personajes: Juvencio y su hijo Justino por un lado, y por el otro el coronel quien busca hacer justicia por su padre, el fallecido Guadalupe Terreros.
Sin más que agregar, les recuerdo que este cuento en particular se encuentra en internet gratuito y espero que sirva de punto de partida para leer el resto de la antología, pues es una lección de historia a través de la literatura, quizá la visión más agridulce de la realidad rural del México del siglo XX.
Título original: Diles que no me maten
Autor: Juan Rulfo
Año de publicación: 1953
Editorial: Fondo de Cultura Económica
Hasta el próximo encuentro...
Navegante del Clío
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