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El fantasma de la ópera

¡Bienvenidos pasajeros! Para cerrar el año, la obra del mes que les presento la obra favorita de una persona muy especial para mí: el fantasma de la ópera.


El musical más exitoso en Broadway de todos los tiempos, con funciones ininterrumpidas hasta 2023; es una de las mega producciones características de Lloyd Webber y el productor Cameron Mackintosh. En cuanto a recepción crítica, el fantasma fue un éxito rotundo y la obra mejor valorada de todo el repertorio de Lloyd Webber. La producción neyorquina ganó el Tony a Mejor musical, Mejor actor protagónico (Crawford), Mejor actriz de reparto (Kaye), Mejor dirección, Mejor escenografía, Mejor vestuario y Mejor iluminación, además de nominaciones a Mejor libreto, Mejor banda sonora y Mejor Coreografía.


Basada en la novela francesa de 1909, la historia es en esencia un triángulo amoroso protagonizado por la cantante de ópera Christine Daaé que se debate entre la seguridad que ofrece su amigo de la infancia el vizconde Raoul, patrocinador del teatro y el peligroso magnetismo de su tutor de canto, el enmascarado conocido sólo como el Fantasma. El romance se combina con elementos de intriga y crimen para hacer una producción muy redonda que explora el arte y la seducción.


En primer lugar quiero señalar los elementos de producción del musical: quizá el elemento más famoso es el gigante candelabro que se eleva y desciende varias veces en cada función, una maravilla de ingeniería técnica muy difícil de operar y que marca el inicio y final de cada acto. Más allá de ese, la escenografía recrea a la perfección la majestuosidad de la ópera francesa del siglo XIX y los vestuarios son impecables, particularmente en el número "Masquerade" que en cuestión de diseño de vestuario es probablemente la secuencia más vistosa y llamativa del teatro musical. El maquillaje, particularmente el del fantasma es icónico, y el diseño de escenografía es complejo, con los intérpretes cantando en varios niveles de escenario y recurriendo a efectos especiales como humo, trampillas y pantallas.


Otro elemento en el que me quiero detener es la música. Aunque tiene la estructura de un musical clásico, Lloyd Webber musicalmente hace una mezcla tremenda de estilos, desde la ópera para los números diegéticos, el rock y la balada, que permiten manejar emociones múltiples, desde el romance hasta el humor pasando por momentos de genuino terror movidos casi exclusivamente por la orquesta. En el segundo acto destacan Masquerade (el opening del acto) y The Point of no return, la pieza más tensa de la obra, pero casi todas las clásicas canciones se encuentran en el primer acto: The phantom of the Opera, pieza central que combina elementos de misterio y miedo; The music of the night, que en muchos sentidos es una canción de villano pero también es profundamente seductora (e incluye uno de los papeles vocales más difíciles jamás creados, tanto que muchas veces tiene que ser pregrabado) y mi favorita personal All I ask of you, que en su versión original (un dueto) es de las composiciones más románticas jamás creadas y en su reprise (un solo) es simplemente desgarrador. Más allá de las canciones individuales, quiero rescatar el uso de motivos para los personajes principales, pero con un giro adicional: aunque las notas se repiten a lo largo de la obra el tono e instrumentos son diferentes para representar el punto emocional de los personajes a lo largo de la historia, conjuntándose en un final que remite a muchas de las canciones anteriormente mencionadas de manera disonante y armoniosa a la vez.


Finalmente, aunque la historia es eclipsada un poco por la música y la producción creo que no es carente de mérito. El prólogo es nostálgico y agridulce pero hace un buen papel planteando la historia que transcurre en el pasado, mientras que el final es abierto e inolvidable. La historia es bastante densa, con asesinatos, secuestros y manipulaciones, pero no se siente pesada gracias a que el libreto incorpora momentos de levedad con los personajes secundarios que en su mayor parte funciona. En cuanto a los tres protagonistas, Raoul es por mucho el menos interesante, pero ese diseño es a propósito: al ser un héroe clásico y estable, carece del carisma del fantasma a pesar de ser el "apropiado" para Christine, por lo que la audiencia entiende perfectamente porque la cantante se ve tan atraída al oscuro antagonista. Este es uno de los villanos más complejos del teatro musical, pues el libreto es claro en mostrar sus acciones como tóxicas y amorales, pero a la vez lo desnuda como un ser humano real y en constante sufrimiento. Christine como protagonista lamentablemente pasa la mayor parte de la duración de la obra siendo abusada psicológicamente, atrapada en el duelo de egos de sus dos pretendientes, pero con una compasión y empatía entrañables que en el desenlace la convierte finalmente en un personaje activo y artífice del clímax. Este final es fundamental para que los temas de la obra encajen, pues es en esta última secuencia que a la audiencia le queda claro que lo que el Fantasma sentía era más obsesión que amor y puede señalar con exactitud el momento en que él (y por lo tanto el público) descubre lo que es verdaderamente el amor.


No me queda más que dejarlos con los datos técnicos de la película y recomendarles que escuchen en Spotify o renten en Youtube la versión de 25 aniversario protagonizada por Ramin Karimloo, Sierra Boggess y Hadley Fraser. Con el Fantasma de la Ópera, Lloyd Webber desentraña la verdadera naturaleza que comparten el arte y el amor: poderosa, magnética, cautivadora, pero con un lado oscuro que produce obsesión y al que hay que temer.


  • Año de estreno: 1986 (West End), 1988 (Broadway)

  • Música: Andrew Lloyd Webber

  • Letra: Charles Hart

  • Libreto: Richard Stilgoe y Andrew Lloyd Webber

  • Dirección: Harold Prince

  • Elenco original:

    • Michael Crawford (Fantasma)

    • Sarah Brightman (Christine Daaé)

    • Steve Barton (Raoul)

    • Rosemary Ashe (Londres) y Judy Kaye (NY) (Carlotta)

    • David Firth (Londres) y Cris Groenendaal (NY) (M. André)

    • John Savident (Londres) y Nicholas Wyman (NY) (M. Firmin)

    • Mary Millar (Londres) y Leila Martin (NY) (Madame Giry)

    • Janet Devendish (Londres) y Elisa Heinsohn (NY) (Meg)




Hasta el próximo encuentro...


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