El gesticulador
- raulgr98
- 22 ago 2023
- 3 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! El día de hoy quiero abordar un poco de teatro mexicano, decidiendo abordar una obra que fue durante mucho tiempo censurada: El gesticulador.
Montada por primera vez en 1947, la obra de Usigli es una dura crítica al régimen priísta de la posrevolución. En una comunidad del norte de México, un profesor norteamericano (Oliver Bolton) llega a investigar y se convence que su anfitrión, César Rubio es un general desaparecido de la Revolución Mexicana. Buscando una manera de salir de la pobreza, Rubio decide hacerse pasar por su homónimo, eventualmente llegando a lanzar una campaña como gobernador contra el corrupto general Navarro.
En cuanto a la estructura, me parece poco convencional, en el sentido que no está dividido por escenas, sino únicamente por tres actos. Por lo tanto, cada bloque es bastante extenso, con saltos temporales de hasta cuatro meses (por lo que la trama se extiende por poco menos que un año). En cuanto al tono, aunque la obra es en esencia una tragedia, los elementos de sátira que Usigli imprimió en los extensos diálogos descubren una comedia bastante negra que sigue siendo divertida, pues tristemente la situación no ha cambiado.
Debo decir, que de los catorce personajes de la obra (más la muchedumbre, que me parece un elemento muy interesante para mostrar lo iluso y voluble de la sociedad), únicamente dos tuvieron un desarrollo que me pareció interesante, los otros cumplen el papel de ser soporte para los temas o la trama y se dividen en dos bloques: el primero es la élite política de la región (un presidente municipal, varios diputados, etc.), que sirven para mostrar las distintas clases de políticos a través de la reacción a la mentira de Rubio: algunos totalmente ingenuos que le creen en automático, algunos escépticos que se ponen de su lado para perseguir sus propios intereses, otros sus enemigos declarados. El segundo grupo de personajes es la familia de Rubio, que sirven en primer momento para ejemplificar lo frustrante de su situación social y económica, darle una motivación para mentir y eventualmente servir de contrapunto moral al resto de los personajes.
Mención aparte merece el profesor Bolton, que después de detonar la trama tiene muy poca incidencia dentro de ella. Sin embargo, su caracterización inicial, sobre todo en su contraste con Rubio, me parece muy interesante: ambos tienen los mismos intereses (la Historia) y formación más o menos similar, pero sus situaciones económicas no podrían ser más dispares, lo que por un lado puede interpretarse como una crítica al poco apoyo a la Academia en México, pero por el otro, también pone en evidencia la ingenuidad del norteamericano, quien es incapaz de comprender la complejidad de la realidad política y social mexicana, y que la verdad es algo más simple de lo que en realidad representa.
El general Navarro, como antagonista principal, me parece muy bien construido tanto dramática como temáticamente. En el primer plano, la tensión que representa es muy poderosa, pues se presenta originalmente como una figura misteriosa al inicio, que desde su primera aparición da indicios de saber más de lo que aparenta, lo que le aporta a la trama cierto componente de intriga. Y temáticamente, aunque no es la única figura que representa la corrupción, hipocresía y criminalidad del poder, lo que me llama más la atención es que, contrario a historias más tradicionales, no fue seducido y corrompido por el poder, sino que se vio atraído hacia él porque ya era moralmente cuestionable, un criminal violento, un tipo de personalidad que tiende a desear el poder más que otros.
En cuanto al protagonista, creo que César Rubio encarna uno de los arquetipos clásicos de la literatura: el héroe caído. Sin embargo, su caracterización arroja una complejidad psicológica más profunda, en la que la verdad le importa tan poco que él mismo empieza a creer sus propias mentiras, sustituyendo su personalidad y deseos por los de un hombre al que no conoce realmente pese a haberlo estudiado toda la vida, renunciando a todo con una arrogancia que ignora el peligro que se cierne sobre él.
Y sin embargo ¿qué es la verdad? Esa es la principal interrogante que lanza Usigli a su audiencia, y debo decir que la respuesta es desesperanzadora: una situación de crisis, una sociedad desinteresada, que depende de héroes y fantasías para soportar su propia existencia; y una clase política ajena y desinteresada, la verdad es lo que sea que el poder quiera que sea.
Título original: El gesticulador
Autor: Rodolfo Usigli
Año de publicación: 1938
Hasta el próximo encuentro....
Navegante del Clío
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