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El ladrón del rayo

¡Bienvenidos pasajeros! Por primera vez en este espacio he decidido pertinente cubrir una serie literaria, un ejemplar por semana. Puesto que estas recomendaciones están, en cierta medida, a la promoción de la lectura, me pareció idóneo cubrir literatura infantil y juvenil, que es un buen punto de inicio. Aunque otras series como Harry Potter son considerablemente más famosas, fue mi intención que la primera que recomendara fue una que fue parte importante de mi infancia: Percy Jackson y los dioses del Olimpo, de Rick Riordan. Por el momento sólo cubriré la primera pentalogía, lo cual nos llevará poco más de un mes, iniciando el día de hoy con El ladrón del rayo.


Primero que nada, un breve contexto histórico: Riordan, autor del libro, escribió este libro recuperando dos elementos, por un lado su experiencia como maestro de mitología y secundaria, y por el otro los cuentos que narraba a uno de sus hijos, diagnosticado con THDA y dislexia. Señalar esto es importante, porque en ambos se puede ver lo que es en mi opinión la principal fortaleza estilística de la serie: su sentido pedagógico. Al tener experiencia con jóvenes y niños con estrategias distintas de aprendizaje, el autor sabe como crear una historia que logre retener la atención del lector a la vez que este aprende incluso sin darse cuenta.


La trama sigue al narrador, Percy Jackson, un niño de doce años que descubre que los dioses griegos son reales y que él mismo es un semidiós. Poco después de que su vida cambia para siempre, debe embarcarse junto con dos compañeros en una búsqueda a través de Estados Unidos para recuperar el rayo robado de Zeus antes de que una guerra divina destruya el mundo.


En los siguientes párrafos comentaré cuatro elementos del libro (la trama, los personajes, el mundo y la mitología) sin dar muchos detalles para aquellos que no hayan leído el libro (o no hayan visto la atroz adaptación cinematográfica de 2010), tratando de comunicar porque me parece de las mejores historias juveniles de los años recientes. El libro tiene veintidós capítulos y al menos mi edición tiene alrededor de 250 páginas, pero con la letra bastante grande, por lo que aquellos interesados entre ustedes en darle una oportunidad podrían acabarlo antes de la próxima semana, cuando comentaré la segunda parte.


Un lector adulto podría acusar a la serie (sobre todo este primer libro) de ser predecible. En efecto, la trama no es muy compleja (dado el principal público al que está dirigido), pero en mi opinión sería un error confundir esta simplicidad con falta de ambición o talento. La historia está bien planteada desde el inicio, se toma su tiempo en los primeros capítulos para explicar y desarrollar el mundo pero sin que esto parezca aburrido, pues es a través de la narración de su protagonista y por lo tanto cargada de humor y emoción. Una vez que la misión inicia, el carácter de la aventura es más bien episódico, pero esto creo que favorece la lectura entre los jóvenes: la trama progresa y los personajes se desarrollan a lo largo de toda la novela, pero a su vez cada parada en el camino es un encuentro contenido en sí mismo con su propia resolución, lo que vuelve a la acción continua. La variedad de escenarios, enemigos y situaciones hace que la historia sea muy dinámica, y se nota que el libro está bien estructurado, pues los giros de trama son completamente lógicos y planteados con anterioridad, mientras que hay suficientes semillas para continuar la historia sin que este libro deje al lector insatisfecho.


El uso de la mitología me parece que es de los elementos que pueden llamar más la atención a una nueva audiencia. Por un lado, si el potencial lector ya está familiarizado con los dioses y monstruos griegos, será para él o ella grato adelantarse un poco a la narrativa por las pistas que el autor coloca a lo largo del camino, pero por otro lado, conocimiento de los mitos no es necesario para disfrutar la aventura, pues el libro es muy cuidadoso y claro en su manera de enseñarlos a quienes no tengan tanta cercanía con ellos, por lo que también sería un texto recomendado para escuelas. Para ambos tipos de lectores, descubrirán que la investigación de Riordan fue (en la gran mayoría de los casos) correcta, y los personajes griegos son fieles a los mitos originales pero a la vez impregnados de cierta chispa que los hace encajar de manera creativa al mundo moderno.


Es este aspecto, la incorporación del mito a la modernidad, dónde me quiero detener un poco. En cuestión de estructura, los libros de Percy Jackson recurren a estrategias similares a los de JK Rowling (tres protagonistas, un misterio central que marca la aventura que se desarrollará a lo largo del libro, un antagonista actuando desde las sombras, etc.). Desde mi punto de vista, la principal diferencia es como se relacionan lo fantástico y lo realista dentro del mundo: en el caso de Harry Potter, coexisten pero están separados por una barrera, y una vez que Harry entra al mundo mágico (Hogwarts) no sale de ahí hasta que la historia queda resuelta. Con Percy Jackson, aunque existe un lugar seguro al que "el mundo real" no puede acceder (el Campamento Mestizo) en este caso los personajes no pertenecen mucho tiempo ahí, sino que salen al mundo y en él deben enfrentar peligros, pues los elementos mitológicos están escondidos en el mundo real y se combinan entre sí. Se podría argumentar durante mucho tiempo cual es la mejor estrategia, no es ese el propósito de este texto, pero la decisión de transformar lugares reales en escenarios de aventuras mitológicas sí afecta la experiencia de lectura, y la hace diferente de otros textos a pesar de las semejanzas estructurales.


Finalmente, si el mundo y las criaturas aportan el elemento creativo, y la trama episódica las emociones, la conexión del lector con la obra sin duda descansa en los personajes, que tienen una complejidad sorprendente dado el público objetivo. Creo que trabajar con niños de doce años fue una gran decisión, pues permite que los personajes tomen decisiones impulsivas y poco meditadas sin que esto los haga ver como tontos, pues también hay ocasiones en las que demuestran madurez para su edad, sin que dejen de sonar como niños. Otra ventaja que tienen protagonistas de esta edad es que conservan cierta inocencia y maduran a través de la historia, gracias en gran medida a que las personalidades de los tres héroes son muy distintas, lo que le da dinamismo a las interacciones y hace que se complementen y retroalimenten. Sin embargo, esto no significa que sean personajes simples o blandos, pues se trata de jóvenes con claras fallas de carácter, problemas familiares y situaciones psicológicas que hacen que el lector empatice con ellos, celebre sus triunfos y se alegra cuando celebran sus situaciones emocionales, que a pesar de los elementos fantásticos resuenan con muchos de los lectores (problemas de socialización e inseguridad, padres ausentes o familias disfuncionales, etc.).


Aunque a lo largo de esta recomendación me he centrado en los elementos que hace que funcione muy bien con jóvenes y niños, quiero concluir repitiendo que esto no debe alejar a adultos de acercarse a esta saga literaria. Tal vez no sea del gusto de todos, pero creo un estilo más pedagógico no demerita su valor, sino que en la creatividad y los personajes se pueden encontrar historias que, aunque sencillas, pueden aún conectar con lectores de todas las edades y volver despertar las emociones de un mundo nuevo que teníamos cuando éramos niños.


  • Título original: The lightning thief

  • Autor: Rick Riordan

  • Año de publicación: 2005

  • Editorial: Varias


Hasta el próximo encuentro


Navegante del Clío

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