El retorno del rey
- raulgr98
- 21 dic 2022
- 4 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! En esta ocasión de la película de la semana les presento la que para mí es la mejor película de todos los tiempos, y con la que cierra la trilogía que hemos estado analizando: el retorno del rey.
Estrenada en 2003, es una de las películas de fantasía más influyentes de la historia. En taquilla recaudó más de 1000 millones de dólares, lo que la convirtió en la más taquillera del año, y, al momento de su estreno, en la segunda película con la recaudación más alta de su historia. Contó con el mismo equipo creativo que las dos entregas anteriores (pues se rodaron simultáneamente), y tiene muy pocas incorporaciones al elenco, únicamente John Noble como Denethor y Lawrence Makoare como la voz del Rey Brujo de Angmar.
En cuanto a recepción crítica, pongo como ejemplo su participación en los premios Oscar. Nominada a 11 premios (Mejor Película, Mejor director, Mejor guión adaptado, Mejor diseño de Producción, Mejor banda sonora, Mejor canción original, Mejor edición, Mejores efectos visuales, Mejor diseño de vestuario, Mejor maquillaje y peinado, Mejor mezcla de sonido) y los ganó todos, empatando con Titanic y Ben-Hur como la película con más premios de la historia. Se dice que se reservó la mayor parte de los premios para la tercera entrega como una forma de galardonar a la trilogía en su totalidad y, siguiendo esa lógica, si se juntan también los obtenidos por las primeras dos partes (cinematografía y edición de sonido) descubrimos que, de 17 categorías en los que la trilogía era elegible, ganaron 13 en algún punto del camino,
La trama en esta ocasión se divide en cuatro historias principales: Frodo y Sam llegan a Mordor y continúan en su vital misión, Pippin es enviado al reino de Gondor para advertirles de la batalla que se aproxima, Merry permanece con los rohirrim mientras estos se debaten entre permanecer en sus fronteras o ayudar a sus vecinos, mientras que Aragorn se embarca en una misión para salvar la Tierra Media que le requiere enfrentarse a un destino largamente ignorado.
Antes de hablar de los elementos positivos, quiero primero aclarar mi posición respecto a la que ha sido la crítica más común a la cinta: los múltiples finales (o mejor dicho, una conclusión muy alargada). Me parece que la larga duración del desenlace es una muestra de respeto a la audiencia, pues los realizadores entienden que hay una diferencia entre el final de la trama (la destrucción del anillo) y el final de la historia, y el cierre extendido tiene el propósito de tomarse el tiempo para cerrar cada una de las tramas y darle una conclusión a todos los personajes a los que hemos acompañado por ocho horas (u once si ves las extendidas); siendo la última escena fundamental para comprender los temas de la trilogía: la amistad y la defensa del hogar.
Es poco lo que puedo decir en elementos técnicos que no haya dicho en las ediciones anteriores: la producción es espectacular, las actuaciones son las mejores en toda la trilogía, la batalla de los campos del Pelennor (aunque con muchos elementos digitales) tiene una escala masiva que no he visto en ninguna otra producción, Minas Tirith, combinando grandeza y decadencia, es la mejor ciudad ficticia jamás construida y la banda sonora de Howard Shore alcanza su clímax en esta película. Creo que la tercera película es la mejor porque parte de lo construido en las dos anteriores y contiene los momentos más emocionales y que mejor resuenan conmigo a un nivel personal. Durante las últimas tres semanas he estado aludiendo a mis escenas favoritas de la trilogía, de las cuales seis se encuentran en esta entrega. A manera de conclusión las desglosaré aquí para mostrar la variedad de emociones que provocan, de lo épico a lo íntimo.
Pippin y Gandalf ante la muerte: Esta es una pequeña escena, un diálogo contenido entre dos grandes escenas de acción, pero siempre me ha parecido reconfortante. Como alguien que ha lidiado con la mortalidad, la visión que tiene este mundo de lo que hay más allá es desde mi perspectiva la más esperanzadora, que ayuda a disminuir el miedo.
La canción de Pippin: Quizá el momento más trágico de toda la trilogía, es donde la dirección de Jackson funciona en su mejor nivel, pues se combina una tragedia silenciosa con la melancolía en la voz de Billy Boyd, escogiendo la dirección planos que realzan lo inútil de lo que está por acontecer y señalan explícitamente pero sin palabras al verdadero culpable.
Cabalgata de los Rohirrim: Que más se puede decir de lo que ya se ha dicho en ensayos y videos sobre una de las escenas más épicas del cine. En un momento sombrío y desolador, es muy difícil no quedar impactado por la valentía de los salvadores, que acompañados de la banda sonora, se imponen con mero arrojo y fuerza de voluntad.
"Yo no soy un hombre": En una época en la que se han hecho esfuerzos conscientes por enaltecer y darle su lugar a los personajes femeninos en la ficción, pocos ejemplos me parecen más notables que el de Éowyn en esta película, quien alcanza la gloria y se empodera cuando abraza su feminidad y deja de pretender asumir roles masculinos.
"Hoy no es ese día": El discurso de Aragorn en la Puerta Negra es la lucha contra obstáculos que parecen infranqueables puesta en palabras, breve pero poderoso gracias a la interpretación de Viggo Mortensen, lo llegué a citar para referirme a la pandemia, pues es un llamado a la resistencia y a encontrar esperanza en la fatalidad.
"Pero puedo cargarlo a usted": En medio de batallas espectaculares y escenas de acción épica, una breve acción de Samsagaz lo consolida como mi personaje favorito de la trilogía y esta escena en la mayor demostración de heroísmo que he visto nunca, no por demostrar gran inteligencia o proeza con las armas sino una nobleza y sacrificio inquebrantables, que pueden inspirar el día a día.
Hasta el próximo encuentro
Navegante del Clío
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