El sabueso de los Baskerville
- raulgr98
- 4 oct 2022
- 3 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! Continuando con la semana del misterio, en esta edición de la lectura de la semana traigo para ustedes la tercera novela de Conan Doyle que tiene como protagonista al detective Sherlock Holmes: el sabueso de los Baskerville.
Al contrario de otras semanas, no abordaré en este espacio el contexto de publicación de la obra, pues esto forma parte de un texto que se publicará próximamente. Basta decir hoy que se publicó por entregas en la revista The Strand entre agosto de 1901 y abril de 1902, pero se sitúa en 1889 (por problemas de cronología que discutiré en este futuro texto), y tras ser completada se convirtió quizá en la más popular historia del famoso detective.
Inspirado en leyendas de la región de Devon, la historia combina elementos de la novela de misterio con el terror gótico victoriano: Holmes y Watson son llamados para proteger a Sir Henry, heredero de la familia Baskerville de un supuesto sabueso demoniaco que, según algunos, ha matado a sus predecesores. Adaptada a más de 20 películas entre 1914 y 2016, es de los misterios mejor recibidos y más famosos de la literatura, quizá por su atmósfera tenebrosa y la estructura clásica de un misterio.
Aunque las historias de detectives por lo general son más comunes en cuentos cortos que en novelas, extendidas, en este libro el escocés Conan Doyle aprovecha al máximo las posibilidades que le ofrece un texto más largo para intrigar al lector. Cada uno de los 15 capítulos se publicó de manera quincenal para mantener en el suspenso a los compradores de la revista por meses completos, siendo quizá el mejor elemento meta narrativo que cada capítulo termina en un "cliffhanger" (o final abierto) que le permite a la audiencia especular sobre que seguirá.
Como siempre la dinámica entre los dos personajes centrales es sumamente interesante: Holmes es frío, lógico y desapegado, mientras que Watson aunque no menos inteligente, es mucho más crédulo y empático con los personajes. Sin embargo, Conan Doyle en este libro tiene la brillante idea de separarlos durante gran parte de la narrativa, lo cual tiene un efecto peculiar: cuando el doctor Watson se encuentra solo, su falta de habilidad deductiva le permite al autor asustar a sus lectores al plantear la posibilidad que el sabueso sobrenatural sea real, mientras que con el regreso de Holmes las pistas obtenidas en el segmento anterior cobran nueva forma y se retoma la estructura clásica del misterio. De esta forma, la novela logra ser a la vez de misterio y de terror, una combinación de géneros poco usual pero efectiva de ser bien trabajada.
Aparte de los personajes y la estructura, la herramienta más útil en este caso particular el paisaje, pues "el páramo" se convierte casi en un personaje por sí mismo, ya que la niebla que lo rodea le da a la historia un aura espectral y mística, en la manera en como las casas están conectadas a través de ella permite limitar la acción, servir de escondite a los sospechosos y proporcionar pistas del misterio, mientras que su peligrosidad aumenta la tensión en la resolución de la historia y juega una parte importante en el clímax del misterio.
Hay ciertos elementos que conforman la estructura clásica de una historia de misterio, y en el sabueso de los Baskerville todas están empleadas de una manera muy clara: el detective que pocas veces es el narrador pues sus deducciones deben ser sorpresa para el lector, el narrador, usualmente un personaje más ingenuo quien sirve como una representación del lector a quien el detective le explica sus descubrimientos, un misterio inexplicable (ya sea por la falta de evidencia, su aparente imposibilidad o su posible origen sobrenatural), una gran atención al detalle, sobre todo en las descripciones de objetos y lugares (donde se encuentran las pistas a la resolución del misterio) y un número amplio de sospechosos (en el sabueso de los Baskerville son nada menos que ocho, cada uno con actitudes extrañas y motivaciones ocultas, pero siendo la mayoría de ellas pistas falsas para confundir al lector).
Poco más puedo decir de la novela sin arriesgarme a arruinar el final a aquellos que no lo hayan leído pero debo concluir que, aunque quizá haya relatos que por su brevedad sean más accesibles a una audiencia inexperimentada, pocas historias de misterio son capaces de capturar tanto la curiosidad del lector, y satisfacerlo aún más en relectura por lo bien planteado de su estructura que El sabueso de los Baskerville.
Título original: The hound of the Baskervilles
Autor: Arthur Conan Doyle
Año de publicación: 1902 (completa)
Editorial: Varias
Hasta el próximo encuentro...
Navegante del Clío
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