Ensayo sobre la ceguera
- raulgr98
- 12 sept 2023
- 3 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! Como hemos visto en publicaciones anteriores, la literatura es (quizá únicamente superado por la música) la creación humana que más potencial tiene para modificar nuestra percepción del mundo, Al recompensar la imaginación, cada quien es libre de tener sus propias interpretaciones, y hacer preguntas cuya respuesta puede representar una búsqueda de años enteros. Incluso cuando el recurso es la fantasía (y hay quienes dirían que especialmente cuando ese es el caso), el lenguaje codifica innumerables verdades. Este es el caso de la novela del portugués José Saramago, quien aprovecha una premisa absurda para desnudar la crudeza social y psicológica de la humanidad en Ensayo sobre la ceguera.
El concepto que detona la novela es tan cautivante como inexplicable: en una ciudad sin nombre una epidemia de ceguera se empieza a transmitir de manera vertiginosa por mera cercanía. En el colapso social consecuente, un pequeño grupo de protagonistas batalla por escapar al confinamiento el totalitarismo y la anarquía gracias a la presencia de una mujer, la única persona inmune, que aún ve.
En esta ocasión, quiero comenzar hablando del estilo, pues creo que es fundamental para comprender el tema de la novela: Un primer factor es que la ciudad nunca es identificada por nombre, y los personajes son también anónimos (identificados en alias como "el primer ciego", "el ladrón", "el doctor", etc.), lo que permite un mayor nivel de identificación por parte del lector y enfatizar que los problemas sociales desarrollados tienen un carácter universal que trasciende lenguas y naciones. El segundo recurso estético que me parece importante señalar es la predilección de Saramago por los párrafos largos sin mayores signos de puntuación más allá de comas, donde incluso los diálogos forman parte del bloque de texto (e identificar a enunciante resulta complejo). Esto puede resultar cansado para algunos lectores, de hecho la lectura en voz alta está diseñada para quitar el aliento, pero es un reflejo del caos de la narrativa y el desorden social que impera en las estructuras modernas, tan endeble que la menor crisis es capaz de desmantelarla casi por completo.
El trabajo con personajes es muy loable, pues el narrador omnisciente penetra en la psicología de cada uno, su reacción a la epidemia y su evolución entre más avanza la contingencia. Algunos mantienen el orden y se convierten en líder, otros pierden todo rastro de autoridad cuando las estructuras de poder tradicionales se desvanecen, y otros aprovechan la falta de normatividad para recurrir a la violencia y la violación impunemente. Cada uno de los personajes merecería un análisis más detallado, pero creo que el más interesante es un antagonista secundario, un ciego de nacimiento que aprovecha su conocimiento de braille para elevar su estatus en el nuevo orden, un comentario sobre cómo hay individuos que aprovechan los momentos de incertidumbre a su favor, pero eventualmente carecen de las habilidades para hacerse del control efectivo una vez que se termina la coyuntura.
Pese a que es considerada una novela psicológica, una de las virtudes de Saramago es que la caracterización individual sólo es efectiva en función de las relaciones de los personajes con los que lo rodean, por lo que el mundo de Ensayo sobre la ceguera posee también profundos tintes psicológicos. Una relectura fue especialmente interesante después de atravesar el periodo de pandemia, pues por desgracia pude comprender con mayor cercanía algunos de los procesos que experimenta la sociedad de la novela: la incertidumbre generalizada, el pánico colectivo, las teorías de la conspiración y la ansiedad producto de la pérdida de control. Sin embargo, puesto que la fantasía es llevada al extremo, en el mundo de Saramago la "pandemia blanca" es el peor escenario posible, y muestra lo fácil que es descender primero en el totalitarismo y después en la anarquía (que son sistemas que, llevados a sus últimas consecuencias, no son tan diferentes), mostrando lo débiles que son los artificios que hemos creados para dotarnos de una ilusión de seguridad, además de mostrar la importancia de la comunicación para tener atisbos de esperanza (representada en la novela por una radio infiltrada de contrabando al hospital psiquiátrico).
Los dejo con una reflexión sobre la igualdad y la libertad, pues todas las estructuras sociales privilegian uno el otro. Si ni siquiera en un mundo conformado enteramente por ciegos existe la verdadera igualdad ¿el aparente poder de decisión nos da genuina libertad?
Título original: Ensaio sobre a cegueira
Autor: José Saramago
Año de publicación: 1995
Hasta el próximo encuentro...
Navegante del Clío
Comentarios