Ganadores del Oscar a Mejor Película Internacional
- raulgr98
- 9 mar
- 4 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! Para cerrar esta semana de los Premios de la Academia, quiero dedicar la gráfica de este mes a uno de los más controversiales, Mejor Película Internacional, antes llamado Mejor Película en Lengua Extranjera; en una breve investigación que busca revelar si de verdad se ha logrado el objetivo de dar más visibilidad al medio alrededor del globo, o es un puñado de países el que abarrota la categoría.
Antes de mostrar los datos, creo que es importante recordar las reglas del premio, pues la mayoría de las críticas a este han sido debido a estas normas: en el momento en que sale la convocatoria, es responsabilidad de cada país (a través de su ministerio de cultura, un comité de artes, una academia local, etc.) nominar a la que esa institución considera es su mejor película. Las copias de cada aplicación, subtituladas al inglés, son vistas por un comité que selecciona a una lista de finalistas, que es vista por un segundo comité que designa a las cinco nominadas.
Ahora sí, sin más dilación, la siguiente gráfica presenta a todos los países que han ganado el premio Oscar en la categoría estudiada, incluyendo la etapa en la que solo se anunciaba al ganador, sin otros nominados (1947-1955) a cuando adoptó las reglas bajo las que se rige actualmente. Como nota aclaratoria, siguiendo las reglas de la Academia, si un país cambia su nombre o extensión territorial, se considerará como dos entes separados.

Como pueden ver, sólo treinta países han recibido el Oscar en esta categoría, una falta de diversidad que se vuelve aún más incomprensible cuando uno se percata que el número de entregas ha sido setenta y siete, más del doble. Algo debe quedar claro, y es que esta limitación no se debe a una falsa de esfuerzo por parte de los países, pues otros treinta y cuatro han sido nominados sin ganar nunca (el record lo tienen Israel y Bélgica, con diez y ocho respectivamente); mientras que un total de ciento treinta y cinco países han presentado aspirantes, de los cuales setenta y uno nunca han pasado el filtro de los comités (el record sin nominaciones lo tienen Portugal, con cuarenta y un aspirantes; y Egipto con treinta y ocho). India, que tiene su propia emblemática tradición de cine, es quizá el ejemplo más trágico de esta inequidad, pues no ha ganado nunca y sólo ha sido nominada tres veces, pese a haber mandado una película a concurso en cincuenta y siete ocasiones (empatado con Israel, México y Países Bajos en el puesto ocho de más películas presentadas a consideración).
No desglosaré aquí todos los países que han intentado alzarse con la estatuilla, pero me limitaré a dar dos ejemplos para mostrar una clara tendencia de la Academia a ciertos países: la campaña más exitosa es indiscutiblemente es la de Francia, que ha presentado a consideración setenta y dos películas, y ha sido nominada en cuarenta y dos de esas ocasiones (una tasa de éxito del 58.33%). En contraste, México ha presentado a consideración cincuenta y cuatro películas de forma casi ininterrumpida desde 1957, pero sólo ha logrado ser nominada en nueve ocasiones (1960, 1961, 1962, 1975, 2000, 2002, 2006, 2010, 2018), una tasa de éxito del 16.67%; pasando el primer filtro en cinco ocasiones más (2008, 2020, 2021, 2022, 2023), pero sólo ganando el premio en una ocasión (Roma, 2018).
Aunque con solo ver la gráfica es evidente que el dominio de Italia y Francia (que coprodujeron una ganadora, de ahí el .5) sobre la categoría es férreo, en aras de hacer aún más clara la parcialidad de la academia, les presento la división porcentual de los ganadores del Oscar por continente:
Europa: 59/77 (76.62%)
Asia: 9/77 (11.68%)
África: 3/77 (3.90%)
América: 6/77 (7.80%)
Ante estos resultados, es innegable que el premio Oscar a mejor película internacional es profundamente eurocéntrica, con varias historias producidas en países europeos que explotan las culturas de otras regiones, algo que es notable sobre todo en las primeras entregas: sin contar Japón, la primera victoria no europea fue para Algeria (1968). La primera de un país latinoamericano fue Argentina (1985); y el primer asiático no japonés fue Taiwán (2000). Incluso Japón, después de ganar en 1951, 1954 y 1955 permanecería sin nuevas victorias hasta 2008. Si hiciéramos un análisis a profundidad de las escazas victorias que países no europeos han conseguido, la tendencia se vuelve aún menos favorable: por ejemplo, dos de las tres películas africanas ganadoras son en francés y dirigidas por franceses caucásicos, el continente no tendría una película galardonada en una lengua africana hasta el triunfo de Sudáfrica en 2005, que aún es la única.
Pese a los decepcionantes (si bien esperados) resultados de esta investigación, me gustaría concluir la publicación con un tono optimista, pues veo señales de cambio en el horizonte: si bien el cine no europeo aún está subrrepresentado en las premiaciones, en las últimas diez galas, seis han provenido de otros continentes (tres asiáticas, tres americanas), incluyendo cinco países que nunca antes habían logrado ganar; con los dos grandes titanes de la categoría, Italia y Francia, ganando por última vez en 2013 y 1992 respectivamente. Quizá sean vientos de cambio hacia una representación en el cine más justa y democrática, pues arte de calidad, con relevancia histórica, se produce en todos los países del mundo.
Hasta el próximo encuentro...
Navegante del Clío
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