La captura
- raulgr98
- 18 jun 2024
- 4 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! Uno de los errores más comunes cuando se tipifica la literatura es creer que la llamada "infantil y juvenil" debe ser simple, o desprovista de riqueza temática. Aunque hay series mucho más conocidas y populares, hoy quiero introducir una saga de fantasía que formó parte de mi proceso de formación lectora: Guardianes de Ga'Hoole. Sé que son un total de dieciséis libros, pero en su momento sólo leí los tres primeros, y consideré pertinente en esta ocasión centrarme únicamente en el primero.
Antes de adentrarse en la trama, debo comentar un poco de la estructura. Como sabrán algunos de los lectores más antiguos, mi género literario favorito por mucho es la fantasía épica, donde la construcción de mundo, las redes de personajes, el viaje como concepto y la riqueza temática. En muchos sentidos, hasta estéticos (como la presencia de mapas y listado de personajes en los anexos), los libros de Ga'Hoole buscan recrear los arquetipos del género a una escala más pequeña y con un lenguaje más accesible, pero sin sacrificar la complejidad.
Asimismo, creo que alguna vez comenté que, cuando se trata de fantasía, tiendo a preferir las historias donde hay toda una gama de criaturas, y no sólo personajes humanos (hay sus excepciones, pero la tendencia se inclina en ese sentido). En Ga'Hoole no hay razas mágicas, pero la diversidad que disfruto en mis sagas está reflejada de otro modo: los protagonistas son aves, de la familia que incluye a búhos, lechuzas, cárabos y mochuelos; y la autora tiene un interés científico por crear personajes de varias especies y que sus particularidades biológicas cumplan un papel en la trama (en ese sentido, que la lechuza común sea mi animal favorito sin duda influyó en que conectara con la serie).
El primer libro tiene un gancho excelente: Soren, el joven protagonista, cae de su nido y sus secuestradores lo llevan a un orfanato inhóspito. Ahí, él y otros compañeros de infortunio deben aprender a volar si quieren tener alguna oportunidad de escapar. De esta manera, Lansky subvierte el tropo del huérfano que descubre un nuevo y maravilloso mundo al pintar el "refugio" bajo un aura de peligro, y dónde la añoranza del hogar es uno de los ejes centrales del libro. En ese mismo sentido, creo que cuando lo leí por primera vez lo que más me sorprendió fue lo oscuro que es, sobre todo considerando que se encuentra en la sección infantil. Un intento de infanticidio ocurre en las primeras páginas, y la trama central involucra adoctrinamiento, tortura y lavado de cerebro, en lo que temáticamente parece ser un comentario sobre la relación entre individualidad y pensamiento crítico, así como los peligros de propaganda y manipulación en los sistemas educativos. Personajes centrales mueren durante el transcurso de la historia, de forma relativamente gráfica, y algunos de los pasajes son bastante terroríficos, incluyendo referencias explícitas al canibalismo y el tráfico infantil.
La trama es ágil, y toma herramientas de la novela "coming of age" para mantener el interés del lector, pues entre más crecen los protagonistas más afianzan su identidad, a la vez que toman un rol activo en explorar el entorno, desentrañar los misterios y eventualmente, planear el escape, ideando la autora secuencias de acción sólidas cargadas de tensión, aunque en ocasiones la resolución peca de ser demasiado pronta. Aunque dos de los personajes que integrarían el grupo principal de la saga son introducidos tardíamente (en el capítulo 23 de 27), Lansky tiene una buena habilidad para crear dinámicas orgánicas, de tal manera que el lazo que se forma en las páginas finales es no sólo creíble sino sólido. Aunque el protagonista es inocente, no es ingenuo, lo que evita que el lector se frustre con su juventud, y sus compañeros (los jóvenes, pero en especial los adultos, a través de los cuales se exploran temas de arrepentimiento y valentía). tienen rasgos de personalidad distintiva que contrastan e informan su viaje.
Releyendo el primer libro, el elemento que más me llamó la atención como adulto, es lo metódico y organizado del proceso de escritura. Volver a los personajes aves no fue nada más un recurso novedoso para distinguirse de otros autores, ni un detalle gratuito, sino que es la clave alrededor de la que se construyó todo el mundo. Partiendo de lo que imagino fue un sólido trabajo de investigación que involucró ciclos de madurez, reproducción y digestión; la autora logró crear una cultura única en su riqueza, que sólo podrían haber diseñado sus personajes, pues los rituales y símbolos tienen su pilar en elementos biológicos de los búhos y lechuzas. Por supuesto que son animales con una inteligencia más avanzada, tienen nociones de herrería y literatura, así como una estructura social, pero se trata de una civilización a cuya evolución se le puso atención, poniendo énfasis en los elementos que por lógica debieran ser diferentes de la historia humana. En ese sentido, y ese es el único elemento de trama que diré de los libros siguientes (aunque hay indicios de ésto en el primero), es que no es un mundo totalmente ficticio. Aunque no hay suficiente evidencia para ubicarlo geográficamente, es claro que se trata de un mundo en el que la humanidad se ha extinguido, pero ver a los personajes interactuar con sus vestigios arquitectónicos contribuye a darle a la serie un aura fantasmagórica y lúgubre muy adecuada para el tono.
Lamentablemente, no son libros fáciles de encontrar en español, y temo que muchos potenciales lectores se vean disuadidos por la adaptación cinematográfica que, pese a tener sus virtudes, omite muchos de los elementos más cautivadores de la contraparte literaria, pero incluso si no pueden disfrutar de estos libros en particular, espero que esta reseña sirva para que reconsideren el despreciar secciones de las librerías que "ya superamos" por la edad, pues la calidad no conoce de categorías.
Título original: The capture
Autora: Kathryn Lasky
Año de publicación: 2003
Hasta el próximo encuentro...
Navegante del Clío
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