Las crónicas de Spiderwick
- raulgr98
- 19 feb
- 6 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! Disculpen la demora, pero pasé más de cuarenta y ocho horas sin conexión a internet, lo que afectó todo mi calendario de publicaciones. Me debatí mucho que hacer cuando recuperara la red, y al final opté por probar algo nuevo. Si bien no es la primera vez que cubrimos adaptaciones en Navegante del Clío, por primera vez dos secciones estarán contenidas en la misma publicación, pues revisaremos simultáneamente la saga de fantasía “Las crónicas de Spiderwick” y su adaptación cinematográfica.
La primera pregunta que algunos de ustedes se podrían estar haciendo es, por qué decidí cubrir una saga completa en una sola publicación. La razón es qué, en muchos sentidos, casi parece un solo tomo, pues los cinco libros fueron publicados en un plazo de dieciséis meses. El reducido margen (de hecho, los dos primeros fueron publicados el mismo día) revela una gran capacidad de estructura y organización por parte de los autores, lo cual también se refleja en una consistencia tremenda entre cada libro: todos los tomos, salvo el último que es un poco más largo, consiste en exactamente ciento ocho páginas.
La historia sigue a un trío de hermanos: los gemelos Jared y Simon, así como la mayor; Mallory, que se mudan junto con su madre a una vieja propiedad y descubren criaturas mágicas en los alrededores, desentrañando una conspiración que involucra a un ogro terrible y la desaparición del autor de un misterioso libro.
Catalogados oficialmente como literatura infantil, los libros tienen un ritmo impecable, cada tomo con siete capítulos; en los que se cuenta una historia contenida en sí misma, pero que a la vez funciona como parte de una narrativa más grande. En lo que se refiere al tono, los libros tienen un buen sentido del humor, ingenioso y astuto, en el que el lenguaje, pese a ser sencillo, se permite ciertos juegos poéticos para dotar a la ambientación de una atmósfera atemporal, que beneficia en particular a las criaturas mágicas, pues cada una tiene un patrón de habla distinto. No son libros gráficos en su violencia, pero hay cierta oscuridad en el planteamiento de la historia, que aumenta conforme avanzan los libros, en los que los autores no sólo confían en que sus lectores puedan lidiar con tramas oscuras de peligro y muerte, sino que recurren en el trasfondo de los personajes a temas maduros como el divorcio, el abandono y las dinámicas familiares. Sin embargo, en éste último tema, debo dar mucho mérito a los escritores al evitar caer en los clichés de las relaciones difíciles entre hermanos, pues aunque cada miembro del trío tiene características distintivas, y los roces son algo común en las familias, las diferencias son resultas con realismo y madurez.
A un lector mayor los misterios podrán parecer muy sencillos de resolver, y los giros predecibles, pero éstos son debidamente planteados en la narrativa, y algunos de los acertijos que plantean los autores me parecen bastante ingeniosos. La trama podrá parecer sencilla, pero permanece atractiva por dos factores: el primero es una atmósfera bien construida, en el que las descripciones de los espacios son suficientes para hacerlos vívidos (auxiliado por el mapa anexo); y en segundo por lo que considero un excelente trabajo con personajes, en el que cada uno de los tres protagonistas recibe una combinación de virtudes y defectos que los vuelven redondos, y distinguibles unos de otros, permitiendo que todos los lectores, sin importar el rol que ocupen en sus propias dinámicas familiares, puedan identificarse con uno (yo siempre me sentí inclinado hacia Simon, pero debo decir que el arco de Jared, que involucra lidiar con problemas de ira, es bastante maduro para el público objetivo). En cuanto a las criaturas mágicas, su uso me parece excelente, pues no son simples elementos de trama sino personajes complejos (en particular Dedalete y Cerdonio, este último de moralidad ambigua), que toman su inspiración en rincones tan oscuros del folclore que había algunos a los que no conocía antes de leer el libro por primera vez, bien incorporados a una mitología con potencial. Otra forma de hacerlos memorables son las ilustraciones, obra de los propios autores, que son un elemento indiasociable de los libros, donde radica gran parte de su personalidad gracias a un excelente trabajo a lápiz, diseños de personajes memorables y pequeños pies de página.
Antes de pasar a la película, debo mencionar algo de lo que usualmente no hablo, pero creo que es importante en esta historia: el diseño del libro como ente material, pues la saga cuenta con posiblemente las ediciones más bonitas que haya visto en literatura infantil: diseñados como coleccionables, hay patrones y elementos unificadores en cada libro, incluyendo los anexos y el estilo mismo, que además contribuye a darle a la narrativa cierto aire testimonial y real (por ejemplo, la sinopsis en la contraportada solo puede leerse completa en el último volumen, pues en los otros está “cubierta” por elementos como hojas y notas de advertencia). Asimismo, las ilustraciones siguen un mismo estilo general, y uno de sus principales aciertos es la incorporación de “retratos” de los personajes principales (unos cuatro o cinco por libro), que ayudan a que el lector los conserve en su memoria, y sirven incluso como un aliciente a continuar la lectura, pues funciona casi como una colección.
Dado el éxito de la serie, no es de sorprender que las adaptaciones no tardaran mucho en llegar. Estrenada en 2008, la película fue dirigida por Mark Waters, escrita por Karey Kirkpatrick, David Berenbaum y John Sayles. Protagonizada por Freddie Highmore (Jared/Simon), Sarah Bolger (Mallory), Mary Louise Parker (Helen), Nick Nolte (Mulgarath), Martin Short (Dedalete), Seth Rogen (Cerdonio), Ron Perlman (Ratacuco), Joan Plowright (Lucinda) y David Strathairn (Arthur Spiderwick), la película fue un éxito modesto en taquilla, pero gozó de buena recepción crítica.
Antes de comenzar con la reseña, debo abordar un elemento negativo, y es que se ven las limitaciones del presupuesto, incluso en el año de estreno pero creo que el diseño de los personajes tomó eso en cuenta y permite que la película conserve cierto encanto. Durando poco más de media hora, incluyendo créditos, me parece increíble que la película haya podido combinar toda la historia en un solo largometraje más cohesionado de lo que esperaba, aunque lamento la pérdida de algunos elementos, incluyendo casi la totalidad del cuarto volumen.
Pese a la necesidad de hacer cambios por tiempo, el mayor reconocimiento que le puedo dar a la película es que entiende el material que está adaptando: los cambios en la paleta de color reflejan a la perfección el cambio de perspectiva de Jared conforme descubre el mundo fantástico, y todos sus virtudes y defectos de carácter se conservan, con los elementos temáticos más importantes (divorcio, abandono, falta de dirección) no sólo son conservados sino realzados con escenas añadidas, aunque creo que la relación entre los tres hermanos es mucho más rica en los libros, dado que los conflictos son más sutiles.
Ante la pérdida de muchos de los acertijos, que no se trasladarían bien a la pantalla, el guion decide conectar los misterios y revelaciones con secuencias de acción extendidas, lo cual me parece una buena sustitución, pues permite explorar más reglas sobre el mundo fantástico, que a su vez permite a los personajes encontrar otras soluciones a los conflictos del libro (uso de sustancias como sal y salsa de tomate, por ejemplo, son bastante creativas, y la presencia de protecciones alrededor de la trama permite que los villanos tengan también un rol más activo en los dos primeros actos). En ese mismo sentido, creo que el rol extendido del personaje de la madre en la trama fue un buen toque, que le da solidez a un tercer acto un poco más cliché que el libro.
Pese a que la pantalla verde no ha envejecido muy bien, el uso de sets está bien logrado, pues captura la atmósfera de los libros, y las actuaciones tanto vocales como en live-action son excelentes, tomándose en serio el material, en particular Highmore, que evita caricaturizar ninguno de sus dos roles a la vez de hacerlos claramente distintos. La música de James Horner, con pequeñas dosis influenciadas por el terror, ayuda a la dirección a lograr este balance entre la fantasía familiar y los tonos más oscuros, sorprendentes considerando que Nickelodeon produce.
No contaré aquí el final de la película, pero es el que mejor encapsula las diferencias entre los dos medios, pues aunque llegan al mismo destino en cuestión temática, el desenlace es distinto en un punto de trama específico, y creo que el fílmico es superior al literario. Sin embargo, cada una de las versiones se sostiene por sí mismas, y en eso radica una adaptación bien lograda: al honrar el original y encontrar a la vez luna voz propia, libro y película no están en conflicto, ni una se vuelve inherentemente superior a la otra, sino que ofrecen al lector/espectador experiencias distintas, muchas veces igual de valiosas.
Título original: The Field guide, The seeing Stone, Lucinda’s Secret, The Ironwood Tree, The Wrath of Mulgarath
Autores: Tony DiTerlizzi y Holly Black
Años de publicación: 2003 (1-3), 2004 (4-5)
Hasta el próximo encuentro…
Navegante del Clío
Que buena reseña.