Legalmente Rubia

¡Bienvenidos pasajeros! El día de hoy tenía ganas de cubrir una comedia, pero al ser tan subjetiva, es el género que más aprehensión me da recomendar. Aunque hemos hablado con anterioridad de sátira y humor negro, el día de hoy quise cambiar de ánimo y cubrir una comedia clásica, de esas usualmente desdeñadas como “palomeras”, pues creo que muchas de ellas tienen más valor del que se les reconoce. Caso emblemático la recomendación de hoy, que juega con todos los clichés típicos del género, pero los eleva en algo nuevo.

Dirigida por Robert Luketic, escrita por Karen mcCullah Lutz y Kirsten Smith, la cinta de 2001 sigue a una prototípica chica de sororidad empeñada en ingresar a la escuela de derecho de Harvard para recuperar a un ex-novio. Protagonizada por Reese Witherspoon (Elle Woods), Luke Wilson (Emmett Richmond), Matthew Davis (Warner Huntington III), Selma Blair (Vivian Kensington), Jennifer Coolidge (Paulette Bonafonté), Victor Garber (Aaron Callahan), Ali Larter (Brooke Taylor-Windham), Jessica Cauffiel (Margot Chapman), Alanna Ubach (Serena McGuire), Oz Perkins (David Kidney) y Holland Taylor (Elspeth Stromwell). Recibiendo críticas en su mayor parte positivas, conectó bien con las audiencias en taquilla y se convirtió en una franquicia multimedios, si bien ninguna de las continuaciones ha sido tan bien recibida.

Lo primero que hay que comentar, por qué no faltará quien lo señale, es que el guion de la cinta no es fidedigno ni al proceso de ingreso a la universidad, ni a muchos de los procesos jurídicos de la protagonista. Sin embargo, he visto videos que afirman que, comparada con otras producciones de Hollywood, incluyendo a algunos dramas con pretensiones más serias, hay más apego a la realidad, incluso cuando se toman licencias para favorecer el humor o el ritmo. Incluso el que un estudiante pueda representar a un cliente antes de titularse, aunque imposible en las circunstancias que la película plantea, tiene cierta base en la realidad.

Considerando que es una película de principios de siglo, algo que me sorprendió mucho cuando la volví a ver hace poco es lo bien que ha envejecido el humor: si bien se sirve de estereotipos femeninos y homosexuales para plantear chistes, ninguno me pareció ofensivo pues la resolución o el contexto tienen algún tipo de giro cuyo objetivo es destacar el ingenio de los personajes más que el arquetipo en sí. El resultado es una película que, a más de veinte años de su estreno, me sigue pareciendo hilarante, y la chispa del guion, así como el carisma del elenco, son suficientes para imponerse a una trama predecible.

A estas alturas parece casi una obviedad, pero la película no sería lo mismo sin una gran actuación protagónica de Reese Whiterspoon en su rol emblemático, pues la actriz se siente en extremo cómoda interpretando el estereotipo de la rubia tonta y superficial en las primeras escenas, sólo para subvertirlo a lo largo del metraje. Elle Woods es una protagonista muy carismática, que puede ser un gran modelo de inspiración para la audiencia, pues pese a cometer errores es siempre marcada por su fuerza de voluntad, constancia pero también integridad, las secuencias en las que ayuda de forma desinteresada a los personajes con los que coexiste son algunos de mis favoritos de la cinta. Elle puede ser un tanto ingenua en cuanto al funcionamiento del mundo al que está ingresando, pero no es tonta (el montaje de preparación para el examen de ingreso es prueba suficiente de que no se valió de su físico o influencias para entrar), y la resolución del caso es por las habilidades que solo ella trae a la mesa. En ese sentido, lo que más me gusta del arco de personaje es que el guion no le requiere reinventarse como persona, sino asumir confianza y valor propio en su identidad.

El resto del elenco es excelente, y creo que sirven de buen soporte para la mayoría de los chistes, con suficiente desarrollo para mantener la atención de la audiencia, incluso la subtrama de Jennifer Coolidge que permanece un poco distanciada del resto de la trama. Quizá el personaje de Selma Blair es el que recibe el mayor crecimiento dentro de la historia, pero creo que las decisiones de Luke Wilson no deben menospreciarse, con Victor Garber y sobre todo Holland Taylor complementando las interpretaciones hiperbólicas del elenco joven con el peso que su presencia en la trama aporta. Para finalizar con los personajes secundarios, debo decir que disfruté mucho del uso de las amigas de Elle dentro de la trama, pues aunque encajan a la perfección con clichés, y funcionan en gran medida como alivio cómico, el guion tiene cuidado de mostrarlas como amigas sinceras que apoyan a la protagonista aunque no compartan su interés.

La parte más seria de la película es cuando toca el tema del acoso sexual, al que se trata con la madurez adecuada y permite poner un énfasis en la solidaridad entre mujeres, pero la película en general está espolvoreada de comentario social, como el hecho de que el caso central gire en torno a los prejuicios contra las supuestas “caza fortunas”, término que ignora las complejidades de la naturaleza humana. No me detendré en toda la exploración temática de la película, pero hay un apartado que si quiero mencionar: sin exagerar, considerando el año en el que salió y que pertenece a la corriente de cine popular, la pelicula se podría considerar revolucionaria en cuanto a lo que concierne al feminismo, más avanzado incluso que algunos tratamientos modernos: aunque hay secuencias que ensalzan el empoderamiento femenino, y le dan valor a la soltería, no por eso la película sacrifica el romance, cuando la relación se da entre pares. En ese mismo sentido, el guion es una historia de crecimiento personal y desarrollo profesional, abriéndose camino en una profesión comúnmente dominada por hombres, pero no por eso la protagonista está obligada a renunciar a sus intereses arquetípicamente femeninos, sino que encuentra un balance entre ambos. En conjunto con el elenco secundario, la película promueve la coexistencia de distintos tipos de mujeres, todas con el mismo potencial.

Tristemente, no puedo hablar de la experiencia de un estudiante de derecho, pero aunque esas particularidades me son ajenas, puedo confirmar que la cinta hace un buen reflejo y crítica de la vida universitaria: las dificultades para balancear los aspectos personales y profesionales, los maestros pretenciosos con prácticas descaradamente antipedagogicas, los prejuicios y roces entre los mismos alumnos por ideas erróneas de lo que debe ser la “intelectualidad”; pero también la libertad que provee ser estudiante en la adultez y la diversidad de perfiles que integran el campus. Algo que disfruté especialmente, pues lo he criticado mucho en el contexto mexicano, es la representación de uno de los antagonistas, que encarna a aquellos que estudian una carrera (sobre todo derecho) sin tener aptitudes o intereses, sólo como un trampolín a la política.

Lo que me terminó de decidir para seleccionar esta película esta semana, es un artículo que leí a principios de mes sobre cómo Legalmente Rubia y el fenómeno que generó sirvió de inspiración para muchas mujeres jóvenes de aspirar a una carrera en derecho, aumentando drásticamente el número de aspirantes femeninas en los cinco años siguientes a su estreno. Quiero cerrar con eso como recordatorio de algo que este blog siempre ha sostenido, y es que hasta la cinta más insulsa o banal a ojos juzgones puede tener un impacto real en la vida de alguien, y eso es algo que no se debe menospreciar.

Hasta el próximo encuentro…

Navegante del Clío