Mamma Mia!
- raulgr98
- 29 may 2023
- 4 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! En esta sección mes con mes hemos analizado o bien obras con música original, o adaptaciones de musicales que surgieron en la pantalla grande. Sin embargo, en este décimo mes quiero experimentar con una tercera opción, el musical jukebox.
Obteniendo su nombre de rocola en inglés, el jukebox es un estilo de musical en el que las canciones son preexistentes (usualmente rock y pop) y se construye la historia a partir de la banda sonora. Aunque hay muchos ejemplos que podríamos citar, comentaremos aquí el que probablemente sea más exitoso: Mamma Mia!, construido a partir de canciones del grupo sueco ABBA.
Probablemente por ser una banda europea, la historia se introdujo primero en Londres, donde se sigue representando. Producida por Judy Craymer, esta es una de las pocas obras donde la producción, el libreto y la dirección están a cargo de mujeres, lo cual puede explicar porque la historia es considerada por muchas icónica para el feminismo, pues está centrado en relaciones femeninas (tanto maternales como de amistad) y la vida sexual activa es vista positivamente.
La historia sigue a la joven novia Sophie quien está a punto de casarse pero desea ser entregada en el altar por su padre, al que no conoce. Robando el diario de su madre Donna, descubre que esta mantuvo relaciones con tres hombres (Sam, Bill y Harry) poco antes de la concepción de Sophie, por lo que decide invitar a los tres con esperanzas de descubrir cual es su padre biológico antes de la boda.
La historia por sí misma es un concepto bastante simple, y el libreto no tiene mayores ambiciones temáticas. Por el contrario, las creadoras aprovechan la simpleza de la estructura para centrarse por un lado en la música y por otro lado en los enredos producto de la interacción de personajes muy carismáticos, resultando en uno de los musicales más divertidos de tiempos recientes, aunque también tiene cierto elemento de romance y corazón al explorar la relación entre Sophie y Donna.
El equipo creativo supo desde el principio que ABBA y su música serían el principal atractivo, por lo que la obra inicia con una versión sinfónica de los clásicos (imitando la época de oro de Broadway) y cierra con una especie de concierto en el que el elenco, vestido coloridamente, sale al escenario a volver a cantar algunas de las canciones más icónicas (Mamma Mia, Dancing QUeen, Waterloo en la mayoría de los casos), muchas veces invitando a la audiencia a cantar y bailar con ellos, siendo este grado de interacción, más semejante al concierto que al teatro, uno de los elementos más distintivos de la obra.
De un éxito taquillero impresionante (está en el top 10 de shows de mayor duración tanto en Broadway como en West End), pese a su poco éxito con la crítica (aunque estuvo nominada a cinco Tonys, no ganó ninguno), se consolidó en la cultura popular con su adaptación de 2008, una de las películas musicales más exitosas del siglo XXI, protagonizada por Meryl Streep, Amanda Seyfried, Pierce Brosnan, Colin Firth y Stellan Skarsgard, así como su secuela diez años después (que readapta One of Us, the name of the game y Knowing me, knowing you, canciones cortadas de la primera película).
Finalmente, debo decir que la música funciona sorprendentemente bien con mínimas adecuaciones dentro de la historia. La banda sonora incluye 23 canciones de ABBA, la mayor parte de sus clásicos (la película quita cuatro y agrega una, alterando la estructura). Aunque mis favoritas de ABBA incluyen canciones como Super Trouper y Waterloo, debo decir que una de las principales fortalezas del libreto es como ocupa canciones menos conocidas para establecer el carácter de los personajes (Honey Honey, One Last Summer) o relajar la tención mediante coreografías elaboradas (Voulez-vous, does your mother now), y creo que Mamma Mia, Thank you for the music, One of Us, SOS, Slipping through my fingers y the winner takes it all se ajustan especialmente bien a la narrativa. Hay una canción para todos los fanáticos de ABBA, y si hay alguna que no esté presente, es probable que en distintas producciones se cante prevemente o se tararee, dependiendo la selección de cada montaje.
Aquellos que critican los jukebox dicen que tienen menos mérito artístico al ya contar con la música escrita, y que muchas veces la historia queda endeble por la necesidad de quedar sujeta a las canciones. Aunque la segunda crítica es algo común en el género, también es cierto que construir una trama interesante y cautivante alrededor de una banda sonora es un desafío en sí mismo que debería reconocerse más cuando es bien ejecutado, y como ejercicio creativo es uno que recomendaría plantear en clases de arte y escritura.
Título original: Mamma Mia!
Música: Benny Andersson y Bjorn Ulvaeus
Letra: Benny Andersson y Bjorn Ulvaeus
Libreto: Catherine Johnson
Dirección: Phyllida Lloyd
Año de estreno: 1999 (West End), 2001 (Broadway)
Elenco original
Donna: Siobhán McCarthy (West End), Louise Pitre (Broadway)
Sophie: Lisa Stokke (WE), Tina Maddigan (B)
Sam: Hilton McRae (WE), David W. Keeley (B)
Bill: Nicolas Colicos (WE), Ken Marks (B)
Harry: Paul Clarkson (WE), Dean Nolen (B)
Rosie: Jenny Galloway (WE), Judy Jaye (B)
Tanya: Louise Plowright (WE), Karen Mason (B)
Sky: Andrew Langtree (WE), Joe Machota (B)
Hasta el próximo encuentro...
Navegante del Clío
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