Mujercitas
- raulgr98
- 30 ago 2023
- 4 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! La novela de Louisa May Alcott, Little Women, publicada en 1868 se convirtió en una de las más importantes obras de la literatura norteamericana al mezclar elementos de la novela rural, las obras infantiles y el género romántico. Por lo tanto, no es de extrañar que sea de las obras más adaptadas al cine, con un total de siete veces (incluyendo dos mudas y una sonora en blanco y negro). El material ha atraído a actrices como Katharine Hepburn (1933), Elizabeth Taylor y Janet Leigh (1949), y varias versiones han sido nominadas a premios. Sin embargo, para propósitos del día de hoy celebro que las tres últimas versiones hayan sido dirigidas por mujeres, pues la participación de las directoras ha sido tristemente ignorada en estudios de Hollywood. Por lo tanto, aprovechando que Barbie está rompiendo todos los récords posible, retrocedemos cuatro años para discutir la versión de 2019.
Escrita y dirigida por Greta Gerwig (Lady Bird, Barbie), y con un par de diferencias clave sigue con mucha fidelidad la novela original al narrar la vida de cuatro hermanas durante diez años (1861-1871) con un epílogo en 1876, Un éxito modesto en taquilla, fue de las películas más reconocidas en los Óscares de ese año con seis nominaciones (Mejor Película, Mejor Actriz, Mejor Actriz de reparto, Mejor Guión Adaptado, Mejor Banda Sonora y Mejor Diseño de Vestuario), siendo el hecho que sólo ganara este último, junto con que Gerwig fuera ignorada en las nominaciones por dirección fuente de controversia que aparentemente tuvo un efecto positivo pues los dos años siguientes mujeres ganaron el premio a la mejor dirección (elevando el número de galardonadas a tres).
Sin lugar a dudas, uno de los elementos más apreciados de la película son las actuaciones, pues Gerwig logró reunir a un impresionante elenco de talentos tanto jóvenes como veteranos: Saoirse Ronan (Jo March), Florence Pugh (Amy March), Emma Watson (Meg March), Eliza Scanlen (Beth March), Timothée Chamalet ("Laurie" Laurence), Laura Dern (Marmee March), Chris Cooper (Señor Lawrence), James Norton (John Brooke), Louis Garrel (Friedrich Bhaer), Bob Odenkirk (Señor March) y Meryl Streep (Tía March). Aunque el peso dramático de la historia lo tiene Ronan, y Pugh es probablemente la actriz revelación de la cinta, lo más rescatable de este grupo de actores es su dinámica interna, tanto en cuestión de química como de rivalidades, pues logran comunicar de manera genuina el concepto de familia a lo largo del tiempo.
Aunque actualmente la novela original se publica en un sólo tomo, originalmente se editó en dos volúmenes. El elemento más interesante del guión de Gerwig es que decide contar la historia completa, pero para permitir que sus actores tengan presencia en toda la cinta, toma la decisión de tomar una estructura no lineal, intercalando el pasado con el presente. Esto tiene la ventaja que el contraste en la evolución de los personajes es aún más evidente, y algunos de los elementos temáticos recurrentes logran integrarse mejor a la narrativa. Esta estructura es facilitada por un excelente trabajo directorial, que asigna una paleta de colores con diferencias sutiles pero claras a cada tiempo para que la audiencia pueda identificar perfectamente la temporalidad de la escena.
En cuanto a las dos diferencias principales con respecto a la novela, la que considero negativa es que lamento que la historia de Meg pasara a segundo plano después de su boda, eliminándose en gran medida su subtrama. Aunque creo que era necesario recortar material para mantener un buen ritmo fílmico, no deja de ser triste que una interesante crítica al después del "vivieron felices para siempre" hubiera ayudado a apuntalar un poco mejor los temas de la historia. El otro cambio, que me parece una incorporación muy interesante, es la invención de la conversación entre Jo y un editor como hilo conductor de la historia: no sólo contextualiza la trama como una historia dentro de otra historia, sino que su resolución (que cambia el final de la novela) es más satisfactorio al mostrar que se puede lograr un balance entre las vidas personal y profesional, que algunos sectores siguen criticando a las mujeres trabajadoras.
Por supuesto que Mujercitas es una historia feminista, pero eso no significa que no sea accesible para hombres: de hecho, algo que siempre he apreciado de la filmografía de Gerwig es que no es maniquea en su visión de las relaciones de género, y aumenta la participación de personajes masculinos positivos en su adaptación del libro, siendo el más beneficiado Laurie, que tiene mucha más personalidad que su variante literaria.
Sin embargo, el corazón de la trama son las cuatro hermanas protagonistas, que temáticamente representan cuatro visiones estereotípicas de las mujeres: Meg es la mujer tradicional, la madre y esposa; Jo es la mujer independiente que no cree en las relaciones, que asume un rol casi masculino en su comportamiento; Beth representa la inocencia y la abnegación de la mujer que ayuda a los necesitados y Amy es un comentario al estereotipo negativo de la mujer, focalizada en la vanidad, la envidia y la ambición. Sin embargo, lo que vuelve especial esta película es que sus protagonistas no se limitan a estos esquemas, sino que batallan para salir o encajar en los roles sociales y familiares, evolucionan a lo largo del tiempo y se muestran polifacéticas en cuanto a sus intereses y defectos, con una comprensión de la experiencia femenina que sólo una directora-guionista podría haber transmitido con los matices adecuados. De esta manera, sin arruinar el final de los viajes individuales, el tema de la película me parece uno pertinente incluso hoy en día: no hay una forma correcta de ser mujer, y el feminismo debe abrazar la heterogeneidad y la expresión individual desde la solidaridad.
Hasta el próximo encuentro...
Navegante del Clío
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