Perfectos desconocidos
- raulgr98
- 23 nov 2023
- 3 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! En una conversación que tuve hace poco salió a relucir la afirmación que en México ya no se hace buen cine. Dejando de lado el trabajo en festivales y limitándome a las cintas que tuvieron la fortuna de ser respaldadas por un gran distribuidor, el día de hoy recomiendo una de mis favoritas: Perfectos desconocidos.
Estrenado en 2018, este remake de una película italiana es dirigido por Manolo Caro, a quien también se le acredita la adaptación del guion. El fabuloso elenco está integrado por Cecilia Suárez (Eva), Bruno Bichir (Antonio), Mariana Treviño (Flora), Miguel Rodarte (Ernesto), Manuel García-Rulfo (Mario), Ana Claudia Talancón (Ana) y Franky Martín (Pepe), que interpretan a siete amigos que se reúnen para cenar, y deciden jugar a poner sus teléfonos celulares al centro y leer en voz alta todos los mensajes que les lleguen, resultando en muchos secretos y tensiones reveladas.
Manolo Caro es conocido por su trabajo en comedia, y aunque ésta producción tiene momentos bastante efectivos de humor (sólo uno de los chistes está anclado al tiempo en el que fue hecho, lo que le da un carácter más universal), es donde hace un mejor balance de los elementos dramáticos de la historia. El comentario, que involucra homosexualidad, paternidad, infidelidad, disparidad salarial, roles de género y competencia laboral es hilado de una manera efectiva y seria, que muy pocas veces cae en el melodrama, pese a lo poco sutil del diálogo en el planteamiento.
Salvo un par de tomas dinámicas alrededor de la mesa central, la mayor parte de la cinematografía se compone de planos cerrados, enfocados en el rostro de los actores, pero esa me parece una decisión acertada, pues la cámara se cierra conforme avanza la incomodidad de los personajes, y permite que las decisiones actorales destaquen más. Aun así, debo rescatar un diseño de producción muy acertado, pues aunque se trata de una sola locación principal, el apartamento está diseñado de tal forma que ciertos personajes pueden tener momentos de soledad sin moverse mucho.
En cuanto a la estructura, la duración de poco más de hora y media permite un ritmo sensacional para este tipo de historia, en el que cada una de las revelaciones tiene suficiente tiempo para ser explorada con el peso adecuado, pero no ocupa un metraje excesivo. Asimismo, el guion sigue un estilo in crecendo, en el que la comedia está concentrada en el segundo acto y el drama en el tercero, que permite construir tensión al ser cada punto de trama más grave que el anterior. En comparación con la original, el primer acto es extendido para mostrar a cada pareja en solitario, antes de las interacciones grupales, lo que permite conocer mejor la personalidad de los personajes y presentar ciertos elementos ambiguos que anticipan la intriga. El único elemento que nunca me ha gustado de la historia es el final, preservado del original, pues creo que enturbia la interpretación del tema de la película (la hipocresía y falsedad en algunos "viejos amigos" es evidente, pero el monólogo final pone en duda si es mejor conocer la verdad, o seguir viviendo con la mentira y los secretos).
Si el guion es extremadamente similar al original ¿por qué recomiendo el remake? Creo que porque, aunque no sea una historia inédita, se le debe dar mérito al equipo creativo que la historia se sostenga por sí misma en tono y emoción; y en el caso de Perfectos Desconocidos, el mayor crédito que se le debe dar es el trabajo con actores, pues Manolo Caro junto a un elenco que me parece superior al original (y al remake español).
La razón por la el elenco me parece el mejor elemento de la película, que realza la historia. Los actores hicieron un buen trabajo de balance en el sentido que su química y relación como amigos de mucho tiempo es palpable, pero a la vez los roces y los comentarios pasivo-agresivos están presentes desde el primer momento, clave para que el tema de la película y el caos narrativo se desarrollen. Los estilos de actuación se complementan de una manera casi bizarra, en la que actuaciones más centradas como la de Bruno Bichir aterriza las más estrambóticas como las de Cecilia Suárez y Mariana Treviño, resultando en una coherencia interna. Ana Claudia Talancón es, hasta donde he leído, la actriz de esta película de la que menos se habla pero su posición como la nueva del grupo es clave para el ritmo. Por otra parte, algo que me agrada mucho de la escritura de los personajes es que en la mayoría se muestran de forma explícita como personas complejas, con claroscuros, producto de años de comportamientos tóxicos, sin caricaturizarlos (en ese sentido, los personajes de Manuel García Rulfo y Miguel Rodarte son un buen contraste entre ellos pues uno es posicionado como el más empático y otro como el claro antagonista, antes de que sus papeles se subviertan en la cinta).
Hasta el próximo encuentro....
Navegante del Clío
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