The Crown
- raulgr98
- 9 nov 2022
- 5 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! En esta ocasión quiero experimentar un poco y, aprovechando el estreno de la quinta temporada que lamentablemente no podré cubrir hasta dentro de un par de semanas, aquí hago un comentario breve de la primera serie de televisión reseñada: The Crown, disponible en Netflix.
La serie fue creada por Peter Morgan, famoso por ya incursionar en la historia de la realiza con The Queen (película de 2006 con Helen Mirren) y The Audience (obra de teatro estrenada por primera vez en 2013). Cada temporada cubre aproximadamente una década de la vida de Isabel II, desde su matrimonio hasta (presumiblemente) 2010. Entre sus muchos reconocimientos se encuentran 10 premios Emmy (incluyendo Mejor Drama en su cuarta temporada) y 6 premios SAG. Dirigido por un elenco de primera que cambia cada dos temporadas para reflejar el paso del tiempo, los actores que han sido reconocidos por los principales galardones de la industria son Claire Foy (Isabel 1-2), Matt Smith (Felipe 1-2), John Lithgow (Churchill), Vanessa Kirby (Felipe 1-2), Josh O'Connor (Carlos 3-4), Olivia Colman (Isabel 3-4), Emma Corrin (Diana 3-4), Tobias Menzies (Felipe 3-4), Gillian Anderson (Tatcher 3-4) y Helena Bonham Carter (Margarita 3-4).
Mucho se ha criticado a la serie, sobre todo en el Reino Unido, por sus inexactitudes históricas (particularmente la cuarta temporada y la quinta por estrenarse), pero no creo que este sea el espacio para desmenuzar su fidelidad a los hechos de los que disponemos. Por un lado, creo que la producción debería ser más clara al especificar que se trata de una dramatización, pero por el otro creo que ver una serie tan bien hecha (el diseño de producción, especialmente peinado y vestuario, es extraordinario y se ha podido adaptar muy bien a los cambios de década) podría inspirar a la audiencia masiva que tiene a interesarse un poco más por la historia.
Si se entiende la serie como un drama, creo que es de los más complejos e interesantes que se escriben actualmente. Lo más loable desde mi perspectiva es que el guión no se inclina definitivamente a favor o en contra de la monarquia, sino que presenta una visión de ellos como personas con profundas complicaciones y contradicciones, dejando al espectador ordenar sus propias interpretaciones en torno a lo que ve. Creo que una posible debilidad de la serie es el cambio de elenco, pues cada par de temporadas debemos ser prácticamente reintroducidos a los personajes, pero el equipo creativo logró transformarlo en una fortaleza, pues hasta ahora los nuevos actores han logrado construir una nueva faceta que sigue siendo congruente con lo anterior. Por ejemplo: la dinámica en las primeras dos temporadas es de una Isabel inocente y casi ahogada por la responsabilidad (Claire Foy) con un Felipe rebelde y tormentoso (Matt Smith). Cuando ambos alcanzan la madurez Tobias Menzies le da a su versión de Felipe una posición mucho más resignada a su posición y por lo tanto más en el fondo de la trama, por lo que la principal relación de la reina (ahora interpretada por Olivia Colman de una manera mucho más fría) es ahora con sus hijos.
Si lo que el espectador busca en la serie es una exploración del poder, creo que la primera temporada (1947-1955) es la mejor. Por un lado, creo que en una realidad donde es muy fácil desdeñar a la monarquía como excesiva, inútil y frívola, los primeros años del reinado de Isabel es hasta ahora la visión más humana y comprensiva de la responsabilidad y dificultades para reinar, y los sacrificios que se deben hacer. En contraste, Winston Churchill como primer ministro es la otra cara de la moneda, un gobierno experimentado pero que claramente está perdiendo capacidad y aún así se aferra al poder. Recomiendo especialmente los capítulos 7. 8 y 9.
Aunque no tan impactante como la primera en el aspecto político, la segunda temporada (1956-1964) es quizá mi favorita por la manera en la que profundiza en el aspecto familiar de la realeza y como el paso de la monarquía los pone a unos contra los otros y, en muchas maneras, les impide ser funcionales. Matt Smith y Vanessa Kirby brillan en esta temporada como los miembros más díscolos de la familia real, pero eso les permite también tener los arcos de personaje más completos. Casi toda la crítica alaba el capítulo 9 (enfocado en Carlos y Felipe), pero yo creo que los más fuertes son el 3, el 5 y el 6, mientras que el 8 me parece lamentablemente el primer capítulo malo.
En parte porque tardé en acostumbrarme al cambio de elenco, la tercera temporada (1964-1977) es de la que menos opiniones tengo. Aunque no la consideraría mala, creo que los capítulos 2 y 10 (irónicamente, ambos centrados en Margarita) son bastante flojos. La serie en este punto deja un poco de lado a la reina y Felipe (salvo los episodios 4 y 7, centrados en este último) para acentuar la crítica a la monarquía e introducir a la nueva generación de actores (Carlos, Ana, Camila). Los capítulos 5 y 6 me parecen sobresalientes (en especial este último porque logró que empatizara con el príncipe de Gales, algo que creía imposible) pero se debe hacer mención aparte al capítulo 3, una narrativa durísima pero quizá el mejor de toda la serie.
Aunque técnicamente me parece la temporada más floja al adoptar un tono más melodramático y escandaloso, la cuarta (1979-1990) me pareció aún así más memorable que la tercera sobre todo por la personalidad magnética de Emma Corrin como Diana, quien roba los reflectores a Isabel y se convierte prácticamente en la nueva protagonista de la serie (situación que me produce sentimientos encontrados). Siendo el eje de la historia la tormentosa relación entre Diana y Carlos, creo que es al compromiso de ambos actores a quienes la producción debe que la temporada funcione, junto con la incorporación de Margaret Tatcher, que me parece el personaje más relevante en el aspecto político desde Churchill, algo que le faltó a las temporadas 2 y 3. Esta tiene el que me parece uno de los peores episodios de toda la serie (7), pero el resto son considerablemente fuertes, destacando especialmente el 1, el 4, el 6, el 8 y el 10.
A la espera de la quinta temporada, me parece que The Crown hasta el momento ha demostrado mucha madurez en la historia que quiere contar, y una gran capacidad técnica para lograrlo, siguiendo una estructura que me parece similar a la de otros grandes dramas políticos recientes como Game of Thrones. Para todos aquellos interesados por la política, la historia y los personajes moralmente ambiguos, no puedo recomendar más esta serie, probablemente la mejor en la historia de Netflix.
Hasta el próximo encuentro...
Navegante del Clío
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