top of page

Tormenta de espadas

¡Bienvenidos pasajeros! El día de hoy continuamos con la saga de Canción de Hielo y Fuego con el que muchos consideran su mejor libro, Tormenta de Espadas.


El tercer libro de la saga épica narra la segunda parte de la Guerra de los Cinco Reyes, en la que, después de las batallas del Aguasnegras e Invernalia, los pretendientes que quedan lidian con consolidar sus posiciones. En el este, Daenerys Targaryen comienza a reunir el ejército que necesita para recuperar su hogar y al norte la Guardia de la Noche descubre una amenaza aun más peligrosa que la horda salvaje. A ocho narradores que permanecen del segundo libro, en esta ocasión Martin agrega dos: Jaime Lannister, caballero de la guardia real y prisionero de guerra; y Samwell Tarly, joven mayordomo de la Guardia de la Noche.


Ya conversamos en sesiones anteriores sobre los aspectos generales de la saga en cuanto a estilo y características principales, por lo que el día de hoy he elegido para centrarme de manera exclusiva en tres aspectos: la fantasía, el tono realista y la construcción de mundo.


Quiero comenzar con el apartado del mundo, pues es uno al que los lectores de fantasía (en particular de épica) le ponen especial atención. En sus cinco primeros libros, Martin ha insertado tantas referencias al pasado (una historia de 300 años, más siglos de prehistoria) que ha debido publicar dos tomos de material suplementario para comenzar a explorarlo. A diferencia de Tolkien, su prioridad no está en la construcción de lenguajes, sino en proporcionar un complejo sistema de redes, alianzas y traiciones que informen de la personalidad y acciones de sus personajes en el presente, y proporcionen pistas del futuro, pues el autor tiene una comprensión cíclica de la Historia. Sin embargo, el trasfondo no es lo único que hace al mundo grande, y sentirse habitado, sino que se ha tomado el tiempo de construir más de una docena de culturas (salvajes, norteños, ándalos, hijos del hierro, dornienses, valyrios, braavosi, ghiscari, etc.) con religiones y sistemas de valores diferentes, mostrando una diversidad que enriquece las interacciones y aumenta el conflicto (como veremos en una publicación futura). En ese sentido, uno de los elementos que fortalece mucho la construcción de mundos es un impresionante número de personajes incidentales, muchos planteados desde el primer libro. Algunos de ellos cobran importancia en historias posteriores, otros quedan por siempre limitados a la periferia, pero ayudan a que los protagonistas no estén aislados en sus propias historias, y Poniente se siente más habitado.


Las descripciones geográficas son un poco inconstantes en el estilo de Martin, muchas veces adiciona elementos ausentes en los mapas de los primeros libros, pero si muestra interés en que la arquitectura de los distintos castillos y ciudades refleje la historia y cultura que ha diseñado para sus habitantes; con el clima siendo quizá el componente más importante y consistente sus descripciones naturales. En lo que el novelista muestra mucha astucia, y que en mi opinión es su fortaleza menos alabada, es en la medición del paso del tiempo, que nunca es demasiado explícita, pero se puede seguir a través de elementos como las fases de la luna. ¿Por qué el tiempo es un elemento importante de la construcción del mundo? Porque Martin está consciente de lo que implica recorrer grandes distancias, y sus personajes tardan en moverse de un lado al otro, semanas e incluso meses. Esto también influye en las comunicaciones, entre más apartados estén dos grupos de personajes, más tardarán en saber del otro, con datos más inexactos, y aunque implica que el lector casi siempre esté más adelantado que los protagonistas en cuanto a la actualización de las otras tramas, los mensajes confusos y retrasados aportan mucha verosimilitud a la ambientación.


Canción de Hielo y Fuego pertenece a una generación de obras de fantasía que trataban de romper con el maniqueísmo aventurero clásico de Tolkien y Lewis, y por lo tanto posee una mayor madurez y complejidad en trama y personajes, como discutimos la semana pasada. Sin embargo, creo que la serie de televisión ha distorsionado la percepción del público en general, pues aumentó el énfasis en la violencia y sexualidad explícitas. No quiero ser malinterpretado en este punto, ambos son factores importantes en la narrativa, pero salvo dos o tres pasajes, sobre todo en los últimos libros, la versión literaria es mucho más mesurada que la televisiva. Esto se debe a que, cuando los personajes entran en contacto con la violencia, es retratado como un acto horrorizante y traumático, por lo que la perspectiva tiende a alejarse, no glorificarla. La sexualidad juega una parte importante en el proceso de maduración, sobre todo de los personajes femeninos, y es contrastada en el texto con la violencia física, pero aunque el estilo no es recatado al describir encuentros de esta naturaleza, son pocos los que se podrían considerar gratuitos, pues forman parte de la psique de quienes los describe (son contadas las ocasiones en las que la pluma se detiene a describir encuentros gráficos de personajes incidentales, centrada en las experiencias de los más importantes).


El realismo, por lo tanto, es notable no sólo en la crudeza (en la que repito, la serie hizo énfasis), sino en la congruencia narrativa de la historia, que sigue las consecuencias lógicas de aciertos y errores de los que se mueven en ella, de acuerdo a los patrones históricos y culturales preestablecidos. Ayuda a esto que los elementos más fantásticos están casi toda la trama en la periferia, y cuando pasan al primer plano se enmarcan dentro del sistema de thriller político en el que lo imperante es una naturaleza humana que corresponde al comportamiento en la vida real, por lo que la magia está aterrizada.


Cierro con como incorpora Martin el elemento fantástico, pues creo que este fue uno que llamó mucho la atención de lectores al momento de publicación. En primer lugar, salvo por los niños del bosque y los gigantes en la subtrama de más allá del muro, no hay razas mágicas al estilo del señor de los anillos, y la inmensa mayoría de los personajes son humanos (por supuesto los fanáticos le dan una gran importancia a los dragones y a los Otros, pero estos dos elementos serán retomados en otras publicaciones, pues su presencia en la trama obedece a factores adicionales que la fantasía). Aunque discutida por los personajes, la magia es algo poco común en el mundo de poniente, en el que muchos no creen, y los personajes más sobrenaturales son vistos con desconfianza, algunos de ellos recurriendo a trucos y farsas, más que a poderes reales para provocar ilusiones. Este es el primer texto de Martin de fantasía, pues se consolidó en la ciencia ficción, y su visión de la magia recupera muchos elementos estilísticos de esta: las principales demostraciones de poder (domar dragones, poseer animales, mandar visiones a través de velas de obsidiana) tienen más en común en su descripción con la telepatía que con conjuros (en parte por un énfasis que se hace en la genética, dando una posible explicación pseudo científica a la magia); hay pistas para afirmar que las visiones y sueños (ambiguos y difíciles de interpretar) son más manipulaciones de otros personajes y/o viaje en el tiempo que augurios proféticos, pues el texto invita al lector a cuestionarlos, no a aceptarlos; y muchas veces tanto el lector como los personajes dudan si se trata de una influencia sobrenatural o su propio subsconciente. Sin embargo, no se puede negar que los elementos más fantásticos, a los que se les dedica apenas tres o cuatro capítulos en el primer libro, van en aumento conforme evoluciona la trama, y muchos aún no tienen explicación, por lo que será interesante como la conclusión logra un balance entre lo realista y lo mágico en el futuro.


  • Título original: A storm of swords

  • Autor: George RR Martin

  • Año de publicación: 2000



Hasta el próximo encuentro...


Navegante del Clío

Entradas recientes

Ver todo
La travesía del viajero del alba

¡Bienvenidos pasajeros! Por problemas logísticos de la semana pasada, me resultó imposible tener listas reseñas para hoy, pero decidí adelantarles nuestra exploración de las crónicas de Narnia; con el

 
 
 
El príncipe Caspian

¡Bienvenidos pasajeros! El martes pasado iniciamos el especial de fin de año, un recorrido por una de las sagas de fantasía más famosas de la literatura del siglo XX. En esta ocasión, continuamos con

 
 
 
El león, la bruja y el ropero

¡Bienvenidos pasajeros! Durante dos de los tres años de Navegante del Clío, dediqué las últimas semanas del año ha hablar de series famosas de literatura fantástica. Como no sé si este año me tomaré l

 
 
 

Comentarios


bottom of page