True detective (temporada 1)
- raulgr98
- 20 mar 2024
- 3 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! Una serie de antología, que hemos cubierto con anterioridad, es una en la que cada temporada cuenta una historia diferente, con el mismo elenco o renovando cada temporada. El día de hoy revisamos la primera temporada de una serie que corresponde al primer ejemplo, True Detective.
Con los ocho episodios dirigidos por Cary Joji Fukunaga y escritos por Nic Pizzolatto; la temporada de 2014 ganó Emmys por dirección, cinematografía y casting, siendo nominado a muchos más, incluyendo guion, actuaciones y mejor serie de drama. El elenco, muy aclamado por la crítica, está conformado por Matthew McConaughey (Rust Cohle), Woody Harrelson (Marty Hart), Michelle Monaghan (Maggie Hart), Michael Potts (Gilborough), Tory Kittles (Papania), Alexandra Daddario (Lisa), Jay O. Sanders (Tuttle), Glenn Fleshler (Errol), Kevin Dunn (Quesada) y Shea Wigham (Theriot), entre otros.
Desarrollándose en tres tiempos (1995, 2002 y 2012), la serie se desarrolla en Louisiana y sigue a una pareja de detectives (McConaughey, Harrelson) que investiga lo que parece ser un feminicidio ritual, pero es la primera pista para una conspiración mayor que se extiende por décadas. Aunque soy fanático de las historias de misterio, hay muchas ocasiones en las que me cuesta conectar con el cine noir (sobre todo con el aspecto de la narración). Sin embargo, esta serie logra respetar estas influencias sin sobre explotarlas me pareció muy bien logrado, encontrando una manera de incorporar la narración de forma orgánica e intercalando la temporalidad de tal manera que en ningún momento confunde al espectador.
La trama no es una historia sencilla, y si algo logra la paleta de color es mostrar la brutalidad y desolación del mundo de lo que llaman el Estados Unidos profundo, si bien la ausencia de moralidad podría encontrarse en cualquier país. Los personajes son grises, y a veces puede resultar difícil empatizar con ellos, pero creo que el tono melancólico y frío es el adecuado para una historia madura, que logra mantenerse en la delgada línea entre la explotación de la violencia y la valentía de mostrarla. En ese mismo sentido, aunque el discurso visual es interesante, es el diálogo el que mantiene cautivo al espectador, tanto en los momentos más reflexivos, dónde se cuestiona el propósito de la vida misma, como en un humor negro esporádico, pero por lo mismo muy bien ejecutado. Las actuaciones, como es tradición en HBO, son algunas de las mejores que el género tiene que ofrecer, pues los personajes secundarios poseen un naturalismo que aterriza el thriller y los villanos son abominables desde el primer momento, pero son tres los que más destacan: Michelle Monaghan es excelente con una interpretación polifacética que explora la falsedad del sueño americano, mientras que Harrelson y McCounaghey construyen uno de los mejores dúos de la televisión (sobre todo gracias al segundo, quien da la que sigo considerando la mejor actuación de su carrera). El primero tiene todo el carisma y frenesí que se espera del actor, que ayuda a disfrazar sus claros defectos de carácter; mientras que el segundo explora como hay virtud incluso en los hombres más antipáticos. Como personajes individuales, sus dilemas y conflictos son cautivantes, pero es en la dinámica de opuestos, donde una amistad parecería imposible, y sus intercambios filosóficos, donde la historia más brilla.
Aunque quizá sea conveniente tener a la mano un blog de notas si es imposible ver toda la temporada en proximidad, debo decir que el misterio es uno de los mejores planteados que he visto en televisión, y que estructura las pistas de manera similar a una novela, pues permite seguir el proceso mental de los detectives sin arruinar un par de momentos sorpresa. Aunque descubrir al culpable específico es algo importante, no hay un grupo de sospechosos como en misterios tradicionales, y la intriga radica por un lado, en descubrir la conexión entre eventos aparentemente aislados, y que tan grande es la conspiración, y por el otro en descubrir los motivos por los que el presente de los protagonistas es tan distinto a los otros dos periodos. Otros géneros que adopta es el drama familiar, sobre todo en la subtrama de Marty, y cuando decide hacer secuencias de acción (sobre todo una persecución nocturna en un vecindario y el excelente clímax), los niveles de tensión que alcanza son impresionantes.
No es una historia para todos, y sin duda el ritmo aletargado y filosófico frustrará a muchos, pero el usar un misterio intenso como vehículo para explorar temas importantes como el papel de la religión, la explotación del poder, la masculinidad tóxica y el significado de la justicia, es una discusión importante; con un cierre que da cierta esperanza en un mundo que tiende al pesimismo.
Hasta el próximo encuentro...
Navegante del Clío
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