Twisted
- raulgr98
- 29 may 2024
- 5 Min. de lectura
¡Bienvenidos pasajeros! Durante casi dos años, todos los musicales que hemos cubierto en este espacio, todos han sido montados en Broadway o en el West End, lo que implica que incluso los más experimentales de ellos tuvieron el apoyo de todo un sistema de legitimidad, y cientos de millones de dólares en la producción. Creo que ha sido un error de mi parte concentrarme únicamente en las historias que encuentran su hogar en las grandes institucionales, pues hay mucho talento en los pequeños circuitos, sobre todo considerando que no tienen los recursos de Nueva York y Londres.
Uno de estos grupos es StarKid productions, compañía fundada en 2009 por estudiantes de la Universidad de Michigan. Aunque yo, como la mayoría de sus fanáticos internacionales, descubrieron al grupo por su musical parodia de Harry Potter, o por la carrera de su fundador Darren Criss, el día de hoy comento la que quizá sea su obra más compleja a nivel temático, y una de sus parodias más divertidas: Twisted. Tomando como inspiración tanto la película Aladín, como la obra Wicked (reseñas de ambas, las pueden encontrar en este espacio), el musical estrenado en Chicago vuelve a contar el clásico de Disney desde la perspectiva de Ja'far, un visir bien intencionado que se ve incapaz de mejorar el reino, por lo que busca la ayuda de la magia.
Como parodia, la obra tiene un guion mordaz, y quizá más relevante hoy que en su año de estreno, pues el conflicto central es tratado como una crítica al Disney corporativo, y un comentario a la decadencia de la animación después de los 90's (en un toque nada sutil, el "Reino Mágico" y sus valores de las "dos D" están amenazadas por el reino vecino de Pik-Zahr, una muestra del tipo de humor que maneja el libreto), concluyendo con una observación agridulce del inicio del periodo de adquisiciones del estudio. La parodia funciona no sólo porque tiene múltiples niveles de ingenio, sino porque no depende de las referencias para que la historia sea interesante, y sus inspiraciones son múltiples: la música tiene un componente original, y cuando incorpora motivos de la filmografía de Disney, esta es variada (no sólo homenajea/parodia Aladín, sino La sirenita, la bella y la bestia, entre otros). Es más, sale de los límites del estudio al que critica y muestra un mosaico de homenajes al teatro en musical en general.
No he visto todas las producciones de Star Kid, pero de las que he tenido acceso, Twisted es sin lugar a dudas la más divertida. Aunque los chistes se encuentran en el límite de lo vulgar, triunfan porque los dobles sentidos siempre tienen una salida creativa (un doble sentido, una referencia, etc.) y el elenco (sobre todo el ensamble) tiene una bizarra energía en la que es imposible no sonreír, pues se toman con total seriedad el material, sin tratar de esconder a la vez lo absurdo de algunas líneas, y algunos de los momentos que parecerían más tontos tienen relevancia narrativa, pues la trama tiene una estructura sorprendentemente bien trabajada (el primer acto tiene muchas más canciones que el segundo, pero esto se debe a que la segunda parte, aunque aún muy divertida, profundiza en los temas oscuros y maduros planteados en la primera).
Sin embargo, no todo el musical es risa, y lo que más admiro de esta producción es que logró ser seria cuando debía, y contar una historia muy emotiva, concentrada en un drama de personajes polifacéticos y giros argumentales tan conmovedores como agridulces, en un balance tonal muy difícil que es casi un milagro que se lograra. Hay hipérbole con fines humorísticos en la narrativa, pero todos los personajes tienen un conflicto y credibilidad que los hace humanos en medio del espectáculo. Puesto que la producción es de presupuesto limitado y los vestuarios son claramente cosplays, la historia no contaba con muchos elementos para distraer al espectador, que debía quedar cautivado con sólo el poder de las interpretaciones, reto que el elenco logró.
Hablando del elenco, muchos de los personajes secundarios (Ahmed y el sultán) son hilarantes, pero me quiero concentrar en los tres más importantes: Ja'far es un protagonista muy completo, polifacético, y su arco dramático es uno con el que es muy fácil empatizar, desde la frustración de ser un ser racional en un país de ingenuo, hasta su genuino altruismo y un dulce romance con Scherezada. Es claro que Elphaba fue el modelo de caracterización, pero el componente de nostalgia y arrepentimiento le da una emotividad adicional muy bienvenida. Aladín, por otro lado, es un excelente villano principal, con una locura carismática y frenética. Su depravación moral es la principal fuente de humor del show, y su cinismo es una buena crítica a aquellos miembros de la sociedad que creen que un mal sistema les da el derecho de ser malos también. Finalmente, de los tres creo que la princesa es el menos fuerte de los tres, puesto que no encuentra su voz hasta el segundo acto, pero le debo dar crédito al guion que logra hacerla ingenua sin que sea irritante, y sus buenas intenciones son la clave del clímax emocional en los últimos minutos de la obra.
La banda sonora tiene un ritmo muy agradable y mucho carisma, con letras que aprovechan el ingenio para sorprender (algunas con su humor y otras con su corazón), y los compositores muestran su talento al cambiar la instrumentación no sólo entre canciones, sino entre personajes, profundizando en la caracterización. Aunque sin duda la canción más famosa es Twisted, pues involucra un ensamble de villanos clásicos de Disney, quiero mencionar brevemente algunas de mis favoritas: A thousand and one es un dueto romántico sorprendentemente dulce para una parodia, Take of your clothes es el número musical con el que más me he leído en mi vida y Happy ending es simplemente maravillosa, un excelente cierre de primer acto.
Como todas las buenas parodias, esta obra es rica temáticamente, y aquí quiero desarrollar los dos principales: en esencia, el musical es una crítica política, pues denuncia la ingratitud hacia los funcionarios públicos en mandos medios y menores, así como la actitud de los ciudadanos que esperan que las soluciones caigan del cielo. En ese sentido, el segundo elemento temático es una exploración agridulce del legado, de la impotencia de lograr cambios estructurales y la necesidad de un trabajo inter generacional, en la que el libreto es claro que la verdadera virtud está en aquellos que trabajan por el cambio sin importarles no tener el reconocimiento, y no en aquellos que se regodean de la fama, los discursos y el estatus.
A propósito he sido vago en como la historia se desarrolla, sobre todo comparada con la película que la inspiró, y es porque deseo que los que decidan darle una oportunidad a la obra lo hagan lo más a ciegas que se pueda. La mayor desventaja del teatro independiente es que sufre mucho en el área de la difusión, pero una ventaja es que no están sujetos a tantas presiones económicas en el área de derechos. Por eso mismo, Twisted es, de todos los musicales que he cubierto hasta ahora, el único que se puede ver en su totalidad de forma gratuita y completamente legal, pues la propia compañía la subió a Youtube con subtítulos en varios idiomas; y le recomiendo a todos, amantes del teatro y neófitos del género, que le den una oportunidad.
Año de estreno: 2013
Música: AJ Holmes
Letra: Kaley McMahon
Libreto: Matt Lang, Nick Lang, Eric Kahn Gale
Elenco original:
Dylan Saunders (Ja'far)
Rachael Soglin (Princesa)
Jeff Blim (Aladín)
Joe Walker (Príncipe Achmed)
Nick Gage (Sultán/Genio)
Scherezada (Meredith Stepien)
Jim Povolo (Capitán de la guardia)
Hasta el próximo encuentro...
Navegante del Clío
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